El multitudinario adiós a María Teresa Campos congrega a políticos y periodistas

Ayuso dijo que tiró el guion nada más empezar y lo convirtieron en una charla de tú a tú, como le gustaba a la malagueña, que le confesó que era más de personas que de partidos. Por eso también en plena campaña electoral, un Pedro Sánchez aspirante a presidente, se sentó con ella en el plató de 'Que tiempo tan feliz' (Telecinco). Una foto que según sus hijas guarda en casa y en la que para la ocasión lució un vestido rojo, que por lo visto les dio suerte a los dos. Él también se desplazó hasta allí a mediodía para presentar sus condolencias a la familia.

La Campos, como cariñosamente la conocía todo el mundo, tenía amigos en todos los ámbitos, no solo en el de la televisión. Una costumbre que han heredado muy bien sus hijas, quizás por eso, su despedida además de congregar a cientos de periodistas con platós improvisados en las afueras del tanatorio, también ha conseguido reunir desde Raphael, el cantante que quiso darle un último beso al féretro rodeado de coronas y centros que a última hora ya ocupaban dos salas del tanatorio. Allí junto al ataúd la foto que hasta hoy lucía en el pasillo de las instalaciones de Mediaset y que a ella le hubiera gustado dicen sus hijas.

Quizás por aquello en lo que todos coinciden y es que a María Teresa desaparecer de la pantalla no le hizo bien. También sus colegas de profesión han demostrado que ni eran ni son rivales, sino compañeras en mayúsculas y que en el fondo todas querían parecerse un poco a ella. Ana Rosa Quintana, Susanna Griso, Mariló Montero, han coincidido en lo mismo, que entre ellas existía un cariño delante y detrás de las cámaras que las llevó incluso a celebrar comidas mensuales a modo de cónclaves llenos de anécdotas que se truncaron con la prematura pérdida de Concha García Campoy, otra de las grandes ya desaparecida.

El universo 'Sálvame' que la arropó hasta el final de sus días profesionales también estuvo representado por Carlota Corredera, Lydia Lozano, Gema López, Chelo García Cortés que llegó desde Barcelona, David Valldeperas, Raúl Prieto, su director fetiche, Kiko Matamoros, Alonso Caparrós,Marta López y Víctor Sandoval. Isabel Gemio, Nieves Herrero, Nuria González, Pedro Piqueras, Isabel Jiménez, David Cantero, Iñaki Gabilondo y su mujer Lola Carretero, Sónsoles Ónega y su padre Fernando Ónega, Emma García, Belén Rodríguez, Gustavo Guillermo el chófer que tanto la paseó, Kike Calleja y su mujer Raquel Abad, íntimos de la familia Campos; Carlos Boserman, el productor italiano que recuperaba en su móvil una imagen de cuando acompañó a María Teresa al altar en la segunda boda de su hija Carmen. Jorge Borrajo, director de 'Semana' o Rafa Lorenzo, el que fuese su mano derecha en todos los programas pendiente de toda la gente a la entrada del tanatorio.

Josemi Rodríguez Sieiro amigo desde 1988 no pudo acudir porque la Dana le pilló fuera de la capital pero recuerda que la conoció en una cena en su casa porque la llevaron Rosa Villacastín y Carmen Rigalt por una apuesta el dia de la huelga a Felipe González. Al día siguiente le llamó y le ofreció trabajo en televisión, pero no lo aceptó hasta un año después cuando falleció su padre. Este nunca hubiera entendido que después de tanto internado suizo e inglés, su hijo acabase artista.

A las 21 horas, el padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, celebró una misa funeral en la que eligió la carta de Juan 11:35 en la que Jesús lloró cuando su amigo Lázaro murió. «María Teresa era muy amiga de sus amigos y de Jesús y todos lloran su pérdida», dijo el padre. Sus restos mortales serán incinerados hoy en la más estricta intimidad y en los próximos días sus cenizas serán depositadas en el cementerio de Málaga en el mismo columbario en los que descansan los de su madre, Concepción Luque, que también se marchó un 5 de septiembre de hace diecisiete años. DEP