Marina Carmona: «Mi madre quería que fuera bióloga marina o médico»

Y es que Mariola Orellana también está relacionada con el mundo artístico: «Ella lo ha sufrido con todos los artistas que ha llevado y sobre todo con mi padre, de alguna manera quería protegerme para que no lo pasara mal con la gente que me puede hacer daño y criticarme». Pero valió la pena, reconoce Marina: «Lo disfruto, tiene momentos malos pero me quedo con todo lo bueno».

La joven pertenece a una saga de artistas y para ella tener un padre tan conocido tiene sus luces y sus sombras: «Lo llevo con mucho orgullo, a mi familia se la respeta mucho». Aunque seguir un linaje familiar es un peso muy grande: «Muchas veces me ponen a prueba, me observan el doble y tengo muchos ojos criticando mi trabajo ya que tengo que demostrar que puedo pertenecer a esta saga y que mi música también tiene hueco», reprocha.

Su hermana Lucía Fernanda también sacó su disco hace pocos años: «Ella es un torbellino y una súper artista que todavía tiene mucho que cantar». Ambas son muy diferentes entre sí, cada una tiene un estilo muy propio: «Somos como Rosario y Lolita» y eso es lo que hace especial a la familia Carmona, que evoluciona mezclando distintos estilos musicales con la misma raíz.

La hija mayor de Antonio se centró en aprender piano porque «en mi casa das una patada y salen siete guitarristas». Estos estudios le han servido para poder componer sus propias canciones: «Me gusta mucho juntarme con otros músicos para hacer mi música más impersonal». Como artista se considera una romántica: «Me gusta la música del mundo y disfruto fusionando el flamenco con varios estilos» y una persona oscura, ya que los bajos no pueden faltar en sus producciones: «Me gusta que lo romántico vaya de la mano de mi parte sexy».

Para ella, ser artista es vivir en la incertidumbre: «Vivimos en la espera de ver si algo gusta o no», es una profesión sacrificada por estar mucho tiempo fuera de casa y más cuando compartes tu vida sentimental con una persona como es el caso de Marina: «Para mi es súper importante es estar acompañada de alguien que respete y entienda mi profesión porque si no se hace aún más duro», aunque en este caso su pareja también es músico y se mueven en el mismo ambiente: «Hacemos un buen equipo y también le pido consejo. En mi casa somos la familia Addams, aquí es artista hasta mi perro» y eso es lo que hace que las reuniones familiares de los Carmona sean tan especiales: «Siempre hay una guitarra en mano».

En estas reuniones también invitan a artistas de fuera: «Me gusta mucho, cuando nosotros estamos en otro país nos reciben también con los brazos abiertos y sentir que estás en casa cuando estás en Colombia por ejemplo, no tiene precio». Marina acaba de sacar un nuevo single, 'Historia de un amor', que ha hecho por el bicentenario del Ateneo: «Quería darle luz y ver todas las grandes figuras que han pasado por ahí, no hay nada mejor que hacerlo con música en directo en un sitio tan especial, fue maravilloso y me llenó de orgullo». Su sueño actualmente es que su disco llegue al corazón de las personas y que todas sus letras formen parte de la gente. Su próximo concierto en solitario será el 15 de septiembre en el Museo Thyssen-Bornemisza.