Jesulín de Ubrique recibe el alta hospitalaria tras sufrir un microinfarto

Tras trascender el bache de salud que ha sufrido el diestro, María José Campanario ha sido la primera en pronunciarse. «Mi marido se encuentra bien, estamos en el hospital y le tienen en observación. No te puedo decir nada más… Agradezco tu llamada y te repito que está mejorando, todo bien, gracias a Dios, estamos intentando que descanse y ya está», ha deslizado a 'La Razón'. Y ha añadido que «no nos gusta hablar de temas de salud… Ha sido un susto, pero no es nada grave. Ten en cuenta que es un tema muy personal… Lo más importante ahora mismo es que se encuentra bien». Unas horas después, EFE ha asegurado que ha recibido el alta hospitalaria.

No es el primer susto de salud que sufre Jesulín de Ubrique. En 2017, mientras estaba toreando en la plaza de toros de Lanzahíta, en Ávila, comenzó a sentirse mal y dejó la faena para acudir al médico. Una vez en el centro hospitalario, según contaron fuentes cercanas al torero, los profesionales sanitarios se percataron de que «tenía el ritmo cardíaco más rápido de lo normal y, lo más preocupante, es que no se le pasaba». Pese a que en un principio, cuando aún se encontraba en la plaza de toros, pensaba que era un golpe de calor y bebió agua para recuperarse, el no mejorar hizo que acudiera al hospital. Allí le dijeron que había sufrido una arritmia.

El diesto aseguró a EFE que estaba «hecho un toro»: «Fíjate si me encuentro bien que acabo de llegar de hacerme seis kilómetros corriendo y he estado también una hora nadando por los problemas de espalda que aún arrastro del accidente de coche que sufrí en 2001». Por otra parte, Jesulín de Ubrique deslizó a la revista '¡Hola!', sobre este asunto, que «de repente sentí el cuello y los músculos totalmente rígidos y me asfixiaba. Aun así, llegué hasta la enfermería por mi propio pie». El marido de María José Campanario sintió «como si se me hubiera acabado la batería, como si me hubieran desconectado. En el momento en el que quise hacer un esfuerzo fuera de lo normal, mi cuerpo no respondió».

«Se me juntó todo. Los nervios, la tensión acumulada y el calor», explicó Jesulín de Ubrique haciendo referencia al estado de salud de su esposa que, por aquella época, fue ingresada en la clínica El Serenil de Málaga. «He adelgazado siete kilos. En estos meses me he hecho cargo yo de todo, no he querido pedir ayuda ni delegar en nadie», añadió.