Jane Fonda: tres maridos, activista y millonaria
La actriz, ganadora de dos Oscar, se considera una privilegiada y una fortuna estimada en 200 millones
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Iniciar sesión«Queridos amigos, tengo algo muy personal que quiero compartir con vosotros». Con estas palabras, la actriz Jane Fonda arrancaba su confesión más dolorosa en las redes sociales: «Me han diagnosticado un linfoma no Hodgkin y he iniciado el tratamiento de quimioterapia». La enfermedad ... provoca la formación de células malignas, cáncer, en el sistema linfático y puede ser de desarrollo lento o rápido. La veterana actriz no ha aclarado qué tipo de linfoma padece, pero ha lanzado un mensaje de esperanza: «Es un tipo de cáncer muy tratable con un índice de 80% de supervivencia, así que he tenido suerte.»
Millonaria por su brillante carrera cinematográfica pero, también, gracias a su matrimonio con Ted Turner, primero (cuando se casaron, él le regaló acciones de sus empresas, Time Warner y AOL, que se revalorizaron 20 millones de euros en un día), y con su divorcio, después (se quedó con unos 100 millones en acciones de un holding que incluía la cadena CNN). La revista 'Forbes' calcula su fortuna en unos 200 millones. Ganadora de dos Oscar, podría tener mucho más si no ayudara con millonarias donaciones para salvar las ballenas, para evitar los embarazos adolescentes o en una fundación para proteger los valores de la democracia.
Casada primero con el director Roger Vadim, con quien tuvo una hija, Vanessa; se volcó después en la carrera al Congreso de su segundo marido, Tom Hayden, padre de su hijo, el actor Troy Garity. Ambos adoptaron una niña, Mary Williams. Tras Ted Turner, la hija del mítico Henry Fonda no ha vuelto a lucir anillo de compromiso.
Jane Fonda es consciente de ser una privilegiada, y así lo hace saber: «Tengo mucha suerte porque tengo seguro médico y acceso a los mejores profesionales sanitarios y tratamientos (…) Casi todas las familias se han enfrentado al cáncer alguna vez y muchas de ellas no han recibido la garantía del cuidado médico que yo disfruto, lo cual no me parece justo». Le esperan seis meses de quimio y anuncia que no va a parar ni con su trabajo, ni con su activismo. Es lo que se espera de ella, al fin y al cabo es una de las estrellas más comprometidas de Hollywood: lo fue en sus inicios con la salud, a la que se entregó con sus clases de aeróbic y fitness que le han valido para ser elegida, al borde los 85 años, como modelo de una campaña de ropa deportiva de H&M, pero lo ha sido siempre en política, con posiciones de izquierda pacifista que la llevaron a enfrentarse al Gobierno de los Estados Unidos por la Guerra de Vietnam.
Activista de numerosas causas, animalista y ecologista, entre otras, se ha convertido en icono para diversas generaciones: en su batalla semanal contra el ex presidente Donald Trump, se hizo recurrente la imagen de su detención por la policía en las escalinatas del Congreso, en Washington. Por eso, consciente de su influencia en un momento de polarización social, Jane Fonda ha rematado su posteo con un mensaje contundente: «Se acercan las elecciones y van a traer consecuencias, así que podéis contar conmigo para estar ahí mientras crecemos como una armada de campeones climáticos».
Jane no se rinde. Nunca lo ha hecho.
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