Las impactantes confesiones del hermano de Lady Di en su autobiografía

Unas confesiones que han sido adelantadas por algunos diarios británicos como 'Daily Mail' o 'The Sun', tan sólo unos días antes de que la publicación vea la luz. «El control de esta mujer sobre los niños era total, porque estábamos hambrientos de calidez femenina y desesperados por su afecto. El efecto de lo que me hizo fue profundo e inmediato, despertando en mí deseos básicos que no tenían cabida en alguien tan joven», se puede leer en un extracto de la autobiografía en referencia a una trabajadora del internado de unos 20 años que le provocó los mayores traumas durante su estancia en el internado.

«Una noche, mientras nos besábamos, ella metió la mano debajo de mi ropa de cama y pasó sus dedos trazando círculos por mi estómago hasta posarse en lo poco que un niño de 11 años puede reunir. La primera vez que me tocó allí, puso mi mano sobre sus pechos y pude sentir los latidos de su corazón debajo. Después, tiró con fuerza de mi brazo y empujó mi mano hacia abajo, debajo de la goma de su ropa interior. No tenía idea de lo que debía hacer. Finalmente, me tomó de la muñeca y movió mi mano para su placer», añadió.

A este traumático momento, también se le sumaron las continuas palizas que recibía por parte director del internado, John Porch. Una serie de experiencias tan dolorosas que, durante años ha tenido que necesitar la ayuda de profesionales para superar sus traumas infantiles. «Durante la terapia intensiva comencé a abordar el impacto que Maidwell tuvo en mí durante toda mi vida. Me di cuenta finalmente de la magnitud del daño causado. Al observar los fracasos de mi primer y segundo matrimonio, aprendí al principio de la terapia que haber sido enviado a un internado a los 8 años de edad supuso que no entendiera casi nada acerca de cómo se aborda la intimidad en las relaciones. Es una consecuencia casi inevitable del trauma. Por supuesto, es fácil buscar razones por las que las cosas no han funcionado pero estoy seguro de que algunas cosas murieron dentro de mí entre los 8 y los 13 años. La inocencia, la confianza, la alegría: todo fue pisoteado y disminuido en ese pequeño mundo anticuado, esnob y vicioso que la alta sociedad inglesa construyó y respaldó», se puede leer.