Antonia Dell'Atte celebra el despido de Lequio: «Una victoria de la verdad»

La modelo ha conseguido que «se haga justicia» reavivando las acusaciones por malos tratos por parte de su exmarido

Antonia Dell'Atte pone a Lequio contra las cuerdas: «La primera patada que me dio, estando embarazada, fue a la vuelta de luna de miel»

Alessandro Lecquio, despedido de Mediaset tras las acusaciones de Antonia Dell'Atte de violencia machista

gtres

En un giro inesperado, Mediaset ha decidido prescindir de Alessandro Lequio como colaborador, tras las acusaciones de violencia machista formuladas por su ex esposa, la modelo italiana Antonia Dell'Atte. La decisión se produjo tras una exhaustiva revisión de documentación judicial aportada por Dell' ... Atte y una reunión entre su equipo legal y la cúpula de la productora Unicorn Content.

Para Dell'Atte, este paso simboliza algo más que una expulsión mediática: es el cierre de una herida de décadas. En su intervención en el programa 'No somos nadie', confesó que su fuerza proviene de la fe: «¿Sabes quién me ha ayudado a mí? Dios, dijo entre lágrimas. Hoy me he despertado y me ha dicho: 'Ponte la corona de la victoria'».

La modelo calificó la marcha de Lequio como «una victoria de la verdad», y apuntó a quienes la habían silenciado durante años: «Yo sé que muchos periodistas tienen que comer, y lo respeto. Pero tener un maltratador sentado al lado, tapar la boca y censurar a todos los periodistas…», denunció. Además, aseguró que había esperado durante «38 años» para una medida como esta.

Llamada a la acción

Lejos de focalizar solo su alivio personal, Dell'Atte envió un mensaje más amplio: «Apoyad a todas las víctimas. No hay víctimas de serie A ni de serie B», dijo en FormulaTV. A su juicio, su despido no solo es una victoria individual, sino «de todas las mujeres, sobre todo de las que han muerto, que no han tenido voz, de todas las que han sido asesinadas por la mano de un hombre».

En su discurso también apuntó directamente a «los cómplices»: no solo Lequio, sino quienes durante décadas permitieron que permaneciera en pantalla. ««Estoy brindando con un vaso de vino, gracias Dios. He esperado 38 años Yo tengo que disfrutar con mi familia, con mi hijo que siempre me ha apoyado, con mi único amor. Me querían destruir», continuaba. «Id a por él, preguntadle a él y a toda la prensa que ha sido cómplice. Yo lo sabía. Me he quedado en silencio porque iba a llegar la victoria».

La denuncia

El origen de todo este cúmulo de acusaciones se remonta a finales de los años 80, en pleno matrimonio entre Dell'Atte y Lequio. Según lo relatado por ella en una extensa entrevista con El País, la violencia comenzó muy pronto: «La primera patada que me dio Lequio, estando embarazada, fue a la vuelta de la luna de miel», reveló.

No fue un episodio aislado: Antonia denuncia que él la controlaba, la aisló de su familia, la obligó a dejar su trabajo y la encerró en casa. Además, afirma que recibía amenazas constantes; incluso que él le decía que destruiría su nariz «para que no fuera guapa».

Alessandro Lequio y Antonia Dell`Atte gtres

En marzo de 1991, Dell'Atte interpuso una denuncia por malos tratos y abandono familiar, aunque la retiró poco después, confesando que lo hizo «por miedo y por proteger a nuestro hijo». A pesar de eso, los juzgados determinaron entonces que su versión tenía bases reales: en el sobreseimiento de una causa por calumnias presentada por Lequio, la magistrada consideró que sus afirmaciones estaban amparadas por la «exceptio veritatis», es decir, que, según la justicia, lo que decía no era mentira.

Además, Dell'Atte conserva cartas que Lequio le envió reconociendo sus agresiones. En una de esas misivas, según ha contado, él se disculpa, admite que la ha vuelto a «pegar» y promete que no volverá a hacerle daño.

Crítica a los medios

Uno de los puntos más duros de sus declaraciones va dirigido a la prensa: según Dell'Atte, la prensa rosa española la desacreditó durante años, haciéndola pasar por una mujer despechada o inestable. Considera que esa estrategia mediática le silbó sus sufrimientos y permitió «el blanqueamiento» públicamente de la imagen de Lequio.

También pidió al Ministerio de Igualdad que actúe contra los programas televisivos que «revictimizan» o «frivolizan» la violencia machista, advirtiendo que muchas emisoras han permitido durante demasiado tiempo que su antiguo marido mantuviera un altavoz público sin rendir cuentas.

La pronta reacción de Mediaset, menos de 24 horas después de revisar los documentos judiciales aportados por Dell'Atte, ha sido clave en este punto. La decisión también demuestra que las acusaciones no han sido tomadas a la ligera y que, al fin, su testimonio ha tenido consecuencias reales.

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