Víctor Palmero: «Ardilla ya ha hecho sus pinitos publicitarios»

Ardilla es amiga de sus amigos y querida por su familia. ¿Es cierto lo que me cuentan de ella?

Sí. Desde bebé estuvo rodeada de gente. Por el tamaño que tiene, la he podido llevar a los rodajes de la serie (’La que se avecina’) y allí ha hecho muchas amistades. Carlos Areces es super fan de Ardilla. También se lleva muy bien con Pepe (El perrito de Nathalie Seseña) con el que coincide muchas veces. Todo el mundo le dice cosas bonitas. Está mal criada.

Los rodajes comienzan temprano, ¿cómo lleva Ardilla madrugar?

Depende del día. Es muy friolera y hay veces que remolonea en la manta como diciendo: yo me quedo aquí. Pero es muy dependiente y cuando me ve salir la mayoría de las veces no tiene pereza: se vendría conmigo porque la tengo como a una reina.

¿Cree que le gustaría dedicarse a la publicidad, al teatro o al cine…?

No le gustan nada las fotos. Como es tan guapa, hay veces que le voy a hacer alguna y gira la cabeza. Pero en una ocasión una marca de palitos dentales para perros nos contactó e hizo una colaboración.

Ahora comparte casa con su prima Clara.

Clara (Bulldog Francés) nació al mismo tiempo y se llevan muy bien. Yo creo que el motivo de esta ‘amistad’ es que se deja dominar por Ardilla, y por el tamaño. Es tan pequeñita que se tiene que hacer respetar (Chihuahua). Aunque comparten aficiones: les gusta ir al parque correr, retozar en la hierba…

Todo parece muy idílico alrededor de la vida de Ardilla.

No tiene dudas sobre sus preferencias. Es más sociable con los humanos que con los de su especie. Le encanta que la acaricien, le hagan mimos….

Usted llegó a ‘La que se avecina’ casi de paso y se quedó para siempre. ¿Cómo les convenció?

En aquella época, yo trabajaba de camarero en el Corte Inglés de la Castellana y recuerdo que llegó la oportunidad de hacer el personaje de Alba. Alberto Caballero (director) quería que existiera y funcionara ese personaje y funcionó. Nos entendimos muy bien y las redes sociales en ese momento actuaron como un estadillo para que se quedara el personaje de Alba Recio y se quedó. Yo empecé en esta profesión desde muy pequeño y siempre tuve muy claro que quería entrar en este mundo. Con doce años, llamé a una representante de Valencia y le dije: quiero ser actor. Mis padres me vieron tan decidido que me ayudaron y me dejaron volar.

¿Teme que le encasillen con el personaje de Alba Recio en LQSA?

Es un temor inevitable. Como actor soy muy versátil y voy a pelear para que eso no pase. Lo hago con mis proyectos y me queda mucho camino por recorrer.

Su compañero Jordi Sánchez está ingresado por Covid-19 desde hace unas semanas, ¿cómo se encuentra?

Sigue ingresado y la familia emitió un comunicado. Deseo que se recupere y salga pronto porque le quiero una barbaridad.

¿Cuáles son sus proyectos más inmediatos?

Ahora estoy los sábados en el teatro Alfil de Madrid con la comedia ‘Climax’ que lleva nueve temporadas y funciona como un tiro. Vivimos unos momentos que la sociedad está necesitada de comedias. También estoy de gira con una obra que se llama ‘Háblame’ junto a Mariola Fuentes y María Garralón. Y con mi proyecto más personal: un espectáculo unipersonal ‘Johnny Chico’ y que está funcionando muy bien.