Luis Medina: «Me interesa el juicio penal, el mediático ya lo he perdido»

Sobre Alberto Javier Luceño , también querellado por la Fiscalía, Medina reconoce que no han sido socios nunca, no tienen ninguna sociedad mercantil juntos, simplemente han tenido una relación comercial temporal. Reconoce también a este periódico que cobró un millón de euros de comisión por hacer de intermediario pero recalca, que sólo en el contrato de las mascarillas. Del resto de negocio dice no saber nada y así piensa demostrarlo ante el juez el próximo 25 de abril, cuando acuda a declarar. Otra de las pruebas que dice haber presentado ante la fiscalía es la documentación bancaria de la sucursal madrileña de la Calle Génova donde asegura percibió la comisión de la empresa adjudicataria Leno, con sede en Malasia.

Quiere mostrar transparencia, y se revuelve contra las acusaciones de blanqueo. Al igual que aclara que no le han embargado ningún bien, solamente las cuentas personales. Un procedimiento según le han informado sus abogados, habitual en todas las querellas donde pueda existir una responsabilidad civil. Sobre la relación con el primo del Alcalde de Madrid, Martínez-Almeida y los mails que cruzó, prefiere no hablar. «Cuando el barco se hunde mucha gente salta de él», explican fuentes cercanas a las que no les ha sorprendido nada que le hayan dejado solo ante esto. Sobre el juicio moral de si Medina se excedió a la hora de cobrar su comisión, tanto él como su entorno son claros, «Es un intermediario, que no deja de ser una figura y un trabajo legal que existe en todo el mundo. Sin los intermediarios el comercio no existiria», argumentan. Él así lo defiende, a la vez que asegurá que él no firmó nada, ningún contrato. Simplemente respondió como otros tantos a la demanda que había en aquel momento de determinados suministros. Puso en contacto a las empresas, y cobró de la adjudicataria, no del Ayuntamiento, recalca.

Otro de los documentos que ha puesto en manos de la Fiscalía, ha sido la factura de compra del barco, ese que al parecer habría comprado con la comisión del contrato de las mascarillas . Pagó 325.515 euros por él ‘Feria’ , un yate modelo Eagle 44, que asegura no haber escondido, más bien lo contrario, este verano fue fotografiado en Sotogrande disfrutando de él y a nadie le llamó la atención porque según el entorno, tiene más negocios. Lo único que le ha reconfortado en las últimas horas es saber que se van a revisar todos los contratos firmados con las administraciones locales, no solo de Madrid, durante la pandemia y augura que saldrán más comisionistas y algunas cosas más.

Mientras espera el juicio, Luis Medina es consciente de que está pagando el precio de la fama, esa que un día disfrutó y se benefició pero de la que ha intentando huir en los últimos años. Pero no reniega de su pasado, solo pide respeto por su familia, principalmente por su madre la ex modelo Naty Abascal y su hermano Rafa Medina , ya que es una situación que le implica única y exclusivamente a él.