Las campanadas de verano de Cristina Pedroche

Resulta siempre un tema de verano, Paris Hilton , incluso en invierno, cuando va de bikini de abrigo. Pero no es el caso. Han cundido rumores de embarazo, y la decisión de la chavala de dejar la noche. Está fija en un novio, Carter Reum, de oficio inversor, y lo mismo hasta sienta la cabeza. Veremos. A mí Paris se me da fácil, para la crónica, y es casi un artículo obligado, en el mes de julio, como la castañera en invierno. Paris es la castañera de la lujuria estival, cuando no hay castañas, y hay botellón en la playa, con sexo o sin sexo. Las famosas de retrato, si miras al extranjero, se dividen en Angelina Jolie, que es una mamá de viaje, y Paris Hilton, que es un tanga que entra y sale de las limusinas que paga papá. De Paris Hilton sabemos, sobre todo, que es rubia de remate y gasta surtido fino de lencerías. Y no sé si por este orden. Eso, y que venía a Ibiza como el que va a su casa, porque Paris tiene un espíritu de discoteca. De Paris Hilton no conocemos nunca si usa deneí, cuando sale de fiesta, pero sí que usa un tanga de minucia, que es el deneí de las chicas efervescentes que cada noche viven la fiebre del sábado a la noche. Paris rivaliza mucho en tangas con Britney Spears, y a veces Britney le gana, porque a menudo se deja el tanga el casa, o en un taxi. A Paris Hilton la conoce todo el mundo, sólo que nadie en el mundo acierta a saber en qué oficios o faenas se desempeña, mayormente porque sólo se desempeña en darle vicio al frasco y en pasar algunas veladas entre rejas. Eso, y que asomaba mucho por Ibiza, ya digo, en plan domicilio laboral, ella que no dobla el lomo. Si preguntas en medio mundo, te dicen que Paris no trabaja en nada. Si preguntas en el otro medio mundo, te dicen que no para, pero que no para de salir de marcha. La gente es que está muy enterada. Paris es hija de millonario y está siempre de marcha, sí, como los de ‘Gran Hermano’, solo que Paris no necesita de concursos para ser famosa y es una ordinaria que bebe champán. Rivaliza en fama con Angelina, ya digo, y hay en ella algo del pijerío de escaparate de Victoria Adams. Paris es otra versión de la Spice, sólo que con mejor esqueleto, y sin David Beckham. Tiene, en fin, algo de pornostar de cóctel, entre la musa de pedrería y la groupie de sí misma.

Olga Moreno . Ahora toca Olga Moreno, señora del ausente Antonio David Flores y rival, por tanto, de Rocío Carrasco. Quiero decir que ahora toca escuchar su versión del tinglado de su vida, y alrededores, que se retransmite en Tele 5. No les sigo ya. Ni lo haré. Me marchitan, entre el asco y la hipocresía.

Ha muerto Menchu Alvarez del Valle , abuela de la Reina Letizia. El funeral ha sido privadísimo, y no ha acudido la Reina. Mientras escribo, ya le están dando el sermón de crítica algunos charlatanes cuyos temas van de Letizia a Letizia, y viceversa. De Letizia yo suelo opinar bien porque es muchísimo mejor que sus detractores. Tampoco estuvo en la ocasión Carla Vigo , hija de Erika Ortiz, y también la están piropeando los que dicen que saben. A Carla Vigo, sobrina de Letizia, le viene cayendo un diluvio de reproches, porque ha ejercido de modelo, y también de actriz. Le critican a la muchacha que ha empezado en esos oficios por ser quien es, y no por méritos propios. Ya ha replicado ella que algo ayuda la vinculación familiar, sí, pero que lleva años probando suerte laboral, y a menudo con poco fruto, o ninguno. La chavala no ha hecho nada más que asomar, y ya le ha caído una primera tunda de palabras adversas. Pero tiene todo el derecho a escoger el empleo que quiera. Ella quiere ser artista. Pues muy bien. Su mérito en un futuro la sostendrá, o no. Y la familia, pues ahí está, siempre. Para bien o para mal.

Otra separación más en el verano agitado, Eugenia Osborne , hija de Bertín. Ha dado cierre a su matrimonio con Juan Melgarejo, tras 14 años, bajo la moda del momento: la perfecta cordialidad.