Gastronomía
Tradición y personalidad, ¿qué comunidad elabora las mejores torrijas de España?
A pesar de ser todo un clásico, son muchos los matices y las diferencias que presenta cada región al preparar este dulce
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Madrid
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Iniciar sesiónEs fácil hablar de las torrijas como 'un clásico' en la gastronomía Española, sobre todo durante la festividad de Semana Santa. Sin embargo, lo que puede parecer obvio resulta no serlo. Las clásicas torrijas madrileñas resultan distintas a las elaboradas en Sevilla. Lo ... mismo ocurre en Galicia o Cantabria. Cada región aporta matices distintos, e impregna este dulce de una personalidad y carácter diferentes, lo que hace de cada una de ellas un tesoro único y particular.
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Sin profundizar en sus orígenes, es importante mencionar que este plato se elabora desde el siglo XV, y no siempre fueron unidas a estas fechas y al motivo religioso. Esto fue cambiando con el paso del tiempo, al igual que se fue experimentando y modificando pequeños aspectos, como el tipo de pan a utilizar, utilizar vino o leche a la hora de empaparlas, o el tipo de edulcorante para que resulten jugosas y especialmente dulces. Cada comunidad tiene sus tradiciones, y el debate está en la mesa. ¿Cuál de ellas prepara las mejores torrijas de España?
En Sevilla, pan de molde y vino blanco
Para cada persona, las mejores torrijas son las de su comunidad, o lo que es lo mismo: las que ha comido en su casa, junto a su familia, y saben a hogar. Sevilla, la capital andaluza, apuesta por utilizar pan de molde a la hora de preparar este dulce. Tras la elección del pan llega otra de sus particularidades: en lugar de empaparlo en leche, lo hacen en vino blanco. A este paso le sigue la fritura, y finalmente, empaparlas en una mezcla de miel y agua, algo que tampoco ocurre en otras comunidades autónomas, que optan por rebozar la torrija en azúcar. Así, cada una elige una opción que aporte dulzor a la elaboración.
Al igual que en el sur de la península hay matices que destacar, lo mismo ocurre en el norte. En Cantabria, el dulce recibe el nombre de tostadas cántabras, que además de comerse en esta festividad, son un postre típico de la Navidad. Suelen servirse con un almíbar de vino dulce durante la parte final del proceso, y algo que es importante destacar es su fase inicial. En esta región, la leche es infusionada con canela, azúcar y la corteza de limón.
Las tostadas vascas siguen la misma línea: una rebanada empapada en leche, siempre sin olvidar el limón y el palo de canela final. En ocasiones, y a pesar de hablar de País Vasco, el protagonista de la elaboración es el pan de payés, tradicionalmente elaborado en Cataluña, Islas Baleares y la Comunidad Valenciana. Con una corteza gruesa y menor nivel calórico del habitual, es el comunmente utilizado para el tradicional pan tumaca, o lo que es lo mismo, unas rebanadas de pan con tomate, aceite de oliva y un toque de sal.
Pan gallego y anís seco
El debate de dónde se elabora la mejor torrija de España continúa en el norte, concretamente en Galicia y bajo el nombre de 'torradas gallegas'. Ingredientes como el anís entran en juego y dan un toque distinto a la elaboración. En este caso, Ferrol es el protagonista, ya que es donde más se ha preparado esta receta de forma tradicional. Elaboradas con pan gallego, la consistencia de las torradas es distinta al resto. Sus características son simples: corteza crujiente, dureza variable, miga esponjosa y alveolado abundante e irregular. Tras mezclar aproximadamente tres vasos de agua y dos de anís seco, además del azúcar, el pan se impregna en la mezcla.
Al contrario que en Cantabria o Sevilla, en Madrid no es frecuente utilizar ningún tipo de vino en esta elaboración. Leche y azúcar es la base más sencilla, y en otro bol, huevos batidos listos para preparar la fritura. Estas torrijas reciben el nombre de torrijas castellanas, siendo la receta más frecuente en el interior de la península.
Pastelerías tan clásicas como Mallorca perpetúan esta tradición de la forma más simplificada y sencilla posible. Al ponerlas en la sartén, existen dos posibilidades: utilizar mantequilla o aceite de oliva. En este caso, la segunda es la opción más utilizada, mientras que en Sevilla o Cantabria se utiliza más la mantequilla.
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