Esta es la mejor torrija de supermercado, según la OCU

Aunque lo ideal es poder cocinarlas en casa, de la manera más tradicional posible, lo cierto es que cada vez es más fácil encontrar torrijas preparadas en el supermercado. Ahora, un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado ahora todas las alternativas que están en la venta y ha llegado a al conclusión, para empezar, de que la mitad suspenden la prueba de degustación.

A nivel de resumen, entre los errores más habituales están la falta de sabor, la poca jugosidad o el retrogusto a aceite no agradable. Igualmente, el exceso de gustos artificiales y conseguidos a base de aditivos no tradicionales, como la miel o el azúcar (que muchos sustituyen por jarabe de glucosa) acaba pesando en un resultado final menos sabroso al de nuestras abuelas.

La torrija perfecta, según los expertos pasteleros de la OCU, es aquella que tiene un grosor de al menos dos centímetros, una textura jugosa y un equilibrio entre el sabor dulce y los aromas a canela y cítricos. Todo ello tiene «poco que ver con los resultados de una degustación de buena parte de las torrijas envasadas de supermercado» que han realizado.

Para los expertos, el principal problema que presentan la mayoría de las torrijas analizadas es que en conjunto consiguen un resultado mediocre, faltando en muchas ocasiones un buen sabor o jugosidad. El otro gran inconveniente es la excesiva presencia de aditivos, cuando la receta original incluye pocos alimentos básicos de calidad. En los productos envasados se puede encontrar fácilmente hasta siete, ocho o nueve sustancias diferentes, entre ellos colorantes, que no tienen nada que aportar al plato tradicional.

Además, la sustitución de parte del azúcar o de la miel por jarabes de glucosa, un edulcorante más barato y de inferior calidad, es otra de las prácticas más habituales que bajan la calidad del producto final, según la OCU. Los expertos recuerdan que una torrija tradicional suele estar elaborada con un pan especial, leche, huevo, azúcar, canela, cítricos y una fritura con aceite de girasol.

El estudio además destaca que a nivel de precio las torrijas de supermercado suelen costar 1,63 euros por cada cien gramos. Es un precio tres veces superior al de una torrija casera, pero también cuesta la mitad aproximadamente que las que venden en pastelerías.

Como hace habitualmente, la OCU ha comparado seis marcas de torrijas vendidas en supermercados españoles y del análisis solo aprueban tres marcas. Estos son las alternativas que el estudio de la organización consumidora concluye que tienen una calidad, como mínimo, aceptable:

- Torrijas Mercadona: es la más recomendada por la OCU, ya que es la mejor valorada en degustación por su equilibrio de sabores y aromas y su textura, que es especialmente jugosa, aunque los expertos también lamentan que es la que más aditivos emplea (entre ellos, tres colorantes y el benzoato sódico, que no es recomendable para niños).

- Torrijas Casa Eceiza: tiene una valoración aceptable en la degustación y está buen valorada por su jugosidad y su agradable recuerdo a caramelo, aunque desde la OCU lamentan que no tienen forma de torrija y que parece más un pudding. Además, tiene la peor valoración nutricional y el precio más caro.

- Torrijas de Carrefour: también tiene una valoración aceptable en la degustación, especialmente por su jugosidad conseguida. Además, es la que tiene menor grasa y azúcares y la que es más barata. Por el contrario, se destaca que tiene un colorante y que hay un ligero exceso del uso de la canela.

Por el contrario, la OCU considera que el resto de productos elaborados «adolecen de falta de sabor, sequedad, rigidez u olores artificiales». Las del Corte Inglés suspenden por los pelos y su calidad de aditivos y grasas sumadas al poco gusto. Peor resultado obtienen las de Ahorramás por su mala calidad de la grasas. La puntuación más baja, con todo, la obtiene las de Alcampo, que también tienen mala calidad de grasas.