Los alumnos piden respeto a las normas del instituto
T. G. R.
MADRID. El debate, ayer, estaba servido dentro y fuera del Instituto de Educación Secundaria Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón (Madrid). «Todos mis compañeros están conmigo. Me apoyan. Son muy buenos», manifestaba la joven Najwa.
Una amplia mayoría de los estudiantes ... preguntados reprochaba el hecho de que la dirección hubiera apartado a Najwa del resto de sus compañeros, pero todos coincidían en que hay que acatar las normas. «No atacamos que vaya con el velo, pero sí en este centro y en otros hay unas normas, hay que cumplirlas. No se puede cambiar el reglamento por una persona», apuntaba Daniel, un alumno de 2º de Bachillerato.
Su compañero, Alex, con rastas en la cabellera, protestaba sobre el hecho de que a él no le dejen llevar determinada indumentaria: «A mí no me molesta que lleve pañuelo, pero tiene que ser igual para todos. Si se trae gorra a clase, hay que quitársela. De todos modos, si no se ha quejado nadie por la chavala, no sé por qué se tiene que montar este pollo». Mohamed Malha, padre de Najwa, recriminaba al centro que prohíba entrar a su hija con velo y permita a otros chicos determinadas apariencias. «No tengo nada en contra de nadie, pero hay gente que va con la cabeza rapada o con pelos de colores ¿ahí no pasa nada?», opinó.
Según narraron alumnos del instituto, algunos profesores sacaron a relucir el debate en las clases. «Todos creemos que no es tampoco un motivo para echarla de clase», decía Javier que opinaron.
Ayer, en su reencuentro con los compañeros, Najwa lucía una sonrisa. A última hora del día jugaba un partido de baloncesto con sus compañeros, velo incluido. Se la veía muy integrada en el grupo. A la salida, sus amigas la arropaban y ocultaban para que los medios de comunicación no la molestaran.
«Nunca ha tenido ningún problema con nadie. Najwa es muy estudiante y muy deportista», la calificó el padre, quien recordó un episodio del director del centro que le hizo enfurecer. «Recientemente ganaron un trofeo de «hockey» e hicieron fotos. Como en la imagen salía mi hija con el velo, el director dijo que no la quería publicar porque le daba vergüenza, y no lo ha hecho. Le voy a pedir que rectifique», criticó el cabeza de familia.
Al borde de la depresión
Mohamed, dolido e indignado por la situación, contaba que su hija está al borde de la depresión. «No está igual, está más apagada», detalló. Najwa, ayer, se sentía bien: «He estado más suelta y más alegre porque ya me dejan entrar».
No obstante, los Malha avisaron de que de no readmitarla definitivamente continuarán con las medidas legales que ya han emprendido. Sólo bajarán el hacha cuando la niña recupere su normalidad.
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