Sánchez no convence ni a sus socios: Junts y Podemos tildan su plan para regular los medios de «papel mojado» y «anuncio trampa»

Misma línea de crítica de EH Bildu. «Lo de hoy no se acerca al mínimo exigible si aboga por una regeneración democrática», le ha espetado la portavoz de la izquierda aberzale, Mertxe Aizpurua, que esperará a la ronda de contactos para poner encima de la mesa «propuestas concretas». El PNV ha sido aún más claro. Reforma de la Ley de Secretos Oficiales. «Es el ejemplo de imperfección de la democracia española», ha denunciado Aitor Esteban que ha advertido a Sánchez sobre su intención de regular los medios de comunicación: «Cuidado, la democracia lo es porque permite la libertad de expresión de quienes la atacan. Habrá que hilar muy fino o no hilar nada».

En Podemos, muy duros también con el discurso del presidente del Gobierno, denuncian que el plan de regeneración democrática de Sánchez es puro «maquillaje» y «no sirven para tapar la realidad» porque «no sirven para tapar un pacto con el Partido Popular» para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), un acuerdo que viene a «darles carta blanca» a los de Feijóo a quienes «les ha puesto una alfombra roja».

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Frente a un PP «corrupto», ha declarado ante los medios la líder de la formación morada Ione Belarra, Sánchez trae a la Cámara Baja un «anuncio trampa» porque las medidas de su plan son las mismas que las contenidas por un reglamento europeo que «independientemente de quién gobierne, se iban a aplicar igual en nuestro país». «Esto es gravísimo», manifiesta Belarra, que reprocha a PSOE y Sumar que hayan tenido en cuenta ninguna de las propuestas para la pluralidad informativa que Podemos puso sobre la mesa como los cambios legales para que «los fondos buitre y las grandes empresas no puedan controlar grandes grupos mediáticos». También, ha explicado, habían pedido que se compensase a su partido con minutos en radio y televisión por las «mentiras» que se han vertido sobre éste.

«Por este camino, la legislatura progresista queda tocada de muerte», ha sentenciado la diputada morada en referencia a la «gran coalición» PP-PSOE. Belarra, además, ha acusado a Sánchez de «obviar de manera deliberada» a los medios de los grandes medios de comunicación «que tienen alianzas con el poder político para hacer que pasen en España lo que ellos quieren que pase».

«¿Por qué necesita España un plan de regeneración democrática?», se ha preguntado también Rufián, como respuesta al presentado por Sánchez. El independentista ha apuntado que España «es una democracia», pero «con enormes carencias», ha añadido. «Las carencias democráticas siempre han existido. La única diferencia es que ahora les tocan a ustedes», ha advertido, encarrilando la propuesta sobre los medios de comunicación a las noticias que se publican vinculadas a la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y su posible corrupción. «¿Por qué presenta usted esto ahora, que es de obligado cumplimiento? En tres meses ha escrito dos cartas, se ha tomado cinco días de reflexión, ha pactado con el PP, uno de los mayores actores de la maquinaria del fango, el Consejo General del Poder Judicial», le ha recordado a Sánchez.

Para el líder de ERC, «está bien que corte el grifo a los medios basura, está bien, pero estaría mejor que se preguntaran qué hay más allá y por qué mucha gente los lee, los escucha y les hace caso». Rufián ha indicado que «hay un montón de fachas en las tertulias de televisión, pero el problema es este [señala el móvil], donde un tipo en Telegram ha conseguido tres escaños en el Parlamento Europeo», en referencia a la candidatura de 'Alvise'. Y ha dicho: «Con las redes, qué hacemos, qué se hace, y cómo se interpela a la gente que no nos escucha. Es un voto basado en el odio, la ira y el resentimiento, cuando no tienes futuro, simplemente, quieres que nadie lo tenga».

Rufián, que ha intervenido tras la presentación de la iniciativa de Sánchez, y las palabras de Alberto Núñez Feijóo (PP), Santiago Abascal (Vox) e Íñigo Errejón (Sumar), ha dado paso a las palabras de Nogueras, que ha sido más dura, en la forma y el fondo, con las intenciones del presidente del Gobierno. La representante de Junts, al inicio de su intervención, ha calificado a los gobiernos de Felipe González como «terroristas». Unas palabras que no han sido reprochadas por Patxi López (PSOE) que solo unos minutos antes ha pedido a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que retire del Diario de Sesiones, la acusación de «violencia» que Abascal ha hecho de «la izquierda» tras listar los últimos ataques contra dirigentes políticos internacionales de derecha por parte de seguidores de «izquierda» o «islamistas».

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En su intervención, Nogueras ha reprochado a Sánchez, como Rufián, el momento elegido por el presidente del Gobierno para tratar de reformar las normas que afectan a los medios de comunicación. «Han llegado a la conclusión de que la democracia española se ha estropeado», ha dicho, para, seguidamente, atacar la transición democrática tras el franquismo. Para Junts, la iniciativa del PSOE «fracasará» porque, por un lado, son «corresponsables» de la situación española y porque «llegan tarde, pero el mal ya es irreversible, el pus está saliendo por todos los lados, si no hay una ruptura clara su regeneración es papel mojado».

La portavoz del partido que controla Carles Puigdemont, en este sentido, ha señalado a la Monarquía constitucional como «el vértice del problema estructural del Estado español» y ha asegurado que en España se vive un «golpe de Estado híbrido» que está «pasando por delante de sus narices» sin hacer nada. Para Nogueras, este «golpe de Estado híbrido» se lleva a cabo por los jueces y otras instituciones. «Su respuesta son discursos vacíos y medidas de feria que no cambian nada y perpetúan la impunidad de esta gente», ha añadido.

Por último, Nogueras ha preguntado a Sánchez si, más allá de las medidas de controla a los medios de comunicación, actuará en otros ámbitos: «¿Piensa derogar la Audiencia Nacional, presentará una querella contra los golpistas del Tribunal Supremo? ¿Tendrán el coraje de presentarse contra los Tejero y los Armada del siglo XXI? ¿Tendrá el coraje de decir a las comunidades autónomas que reciben el dinero de los catalanes que se ha acabado la broma?«. Y ha concluido asegurando que los independentistas no quieren formar parte de España, porque »nos niega como nación« y »nos empobrece cada año«.

Esa ambivalencia en el discurso de Sánchez también ha sido pulsada por el soberanismo vasco. «Usted reitera que España es una democracia plena y acto seguido reconoce que existe el lawfare judicial, la desinformación mediática o el espionaje judicial. Curiosa democracia plena», le ha dicho sarcásticamente la representante de EH Bildu al presidente del Gobierno. Aizpurua le ha achacado tener falta de «valentía» para abordar una «ruptura democrática» que ponga fin a las prácticas denunciadas por el PSOE.

«Es lo que esperábamos hoy [con la propuesta], pero vemos que no es ni estructural ni profunda», ha dicho la portavoz en el Congreso del partido dirigido por Arnaldo Otegi. «Combatir bulos y desinformación de medios con publicidad pública. No suena mal, pero deberemos analizar. Las medidas se quedan cortas y son insuficientes», ha terminado sobre una cuestión en la que confronta con el PNV.

Esteban ha puesto en duda la necesidad de la propia «regeneración» planteada por Sánchez después de su «caída del caballo de Damasco» [por los cinco días de reflexión que se tomó Sánchez tras la denuncia a su mujer]. «Las leyes no sirven para nada sin ética. Si no hay valores morales y principios en la sociedad y sus representantes no hay ley que los salve», ha reclamado, poniendo de ejemplo el inicio de la legislatura del nuevo lendakari, Imanol Pradales, quien esta mañana ya deslizaba la postura del PNV en una comparecencia en Vitoria: «La regeneración democrática tiene que ver más con valores democráticos y la ética que con el control y regulación de los medios de comunicación».

De vuelta en Madrid, como ejemplo de mala praxis, Aitor Esteban ha reprochado a Sánchez que pusiera en el centro del debate a Alvise Pérez durante la campaña de las catalanas como estrategia para «engordar a la ultraderecha». También, en referencia a las prácticas de su mujer, Begoña Gómez, y el supuesto «uso espúreo de los tribunales contra rivales políticos», que hay cosas que «no se deben hacer no porque las prohíba la ley. Hay límites más allá de lo legal».