El PSOE claudica en la 'ley trans' de Montero pero no cede con el 'sí es sí'
La aprobación de la norma da una tregua a la coalición, que sigue dividida por las rebajas a delincuentes sexuales.
Sánchez apremia a Podemos a respaldar la reforma socialista, pero Igualdad insiste en un texto conjunto
Mariano Alonso y Víctor Ruiz de Almirón
Madrid
Paradojas de la política. La misma agenda feminista que ha metido al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos en sus mayores apuros –dado el escándalo de las centenares de rebajas de penas a condenados por delitos sexuales, tras la entrada en vigor de la ley ... del 'solo sí es sí'– dio ayer una tregua a la coalición, gracias a la aprobación definitiva, tras volver del Senado, de las otras dos principales normas impulsadas en ese ámbito esta legislatura: la ley trans y la del aborto. Y eso pese a las cuitas ya conocidas por la primera de esas normas entre la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el sector más tradicional del feminismo en las filas socialistas, en el que destacan figuras como la de la exvicepresidenta Carmen Calvo, quien ayer volvió a abstenerse en la votación, una desviación de la disciplina de su grupo que ya le ha costado hace semanas la correspondiente sanción de 600 euros.
Pero, al margen de esa consabida fisura y del gesto particular de Calvo, que la semana pasada fue replicado por una senadora socialista, el PSOE ha terminado por claudicar ante el socio minoritario del Ejecutivo. Todo lo contrario que el desencuentro para reformar los aspectos penales del 'solo sí es sí', dado que la iniciativa presentada en solitario por el PSOE se tomará en consideración el próximo martes 7 de marzo, víspera del 8-M, día internacional de la mujer, después de que Podemos haya impedido que llegue antes al Congreso al oponerse, en alianza con sus socios predilectos, ERC y EH Bildu, a su trámite de urgencia. Ahí el PSOE no cede o no lo hace de momento.
En ese contexto, la ministra Montero se subió a la tribuna para un alegato final en el que no dudó en tildar la 'ley trans' como «una de las más importantes de la legislatura», mientras saludaba a los activistas trans y LGTBI que poblaban la tribuna de invitados, a quienes no obstante les dijo que «aún queda trabajo por hacer». Principalmente, concretó, por lo que se refiere a los transexuales inmigrantes, a la «infancia trans» y a las personas no binarias. Montero, en cambio, enfatizó que la norma «despatologiza» a estas personas. «Las personas trans no son enfermos, son personas. Punto. Son quienes son. Punto. Son mujeres trans. Punto. Y el Estado os lo reconoce hoy», concluyó con énfasis, y recibiendo el aplauso tanto de la bancada de Unidas Podemos como de la del Grupo Socialista.
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A ese clima de paz parlamentaria se suma la actitud de los socialistas, que intentan sacar el debate sobre el 'solo sí es sí' del foco público. Conscientes de que el constante intercambio de declaraciones está desgastando la coalición, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, fue ayer tajante: «Sobre este tema no hay ninguna novedad. Cuando haya alguna novedad informaremos de ella». Fue requerido en varias ocasiones por esta cuestión y la respuesta fue la misma: «Lo que tenemos que hacer con este debate es simplemente informar cuando tengamos novedades».
Sánchez apremia
Pero, finalmente y según fue transcurriendo la jornada, se hizo imposible disimular la tensión. En la misma línea de lo que venía manifestando el PSOE en privado en los últimos días, ayer mismo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una conversación informal con la prensa que lo acompaña en su gira por Austria, Croacia y Eslovenia, se mostró retador: «De momento la propuesta del PSOE es la única que hay encima de la mesa. Si quieren, que muestren la suya». La ministra de Hacienda y número dos del PSOE, María Jesús Montero, afirmó que «no es verdad» que el PSOE no quiera negociar con Igualdad, como han repetido distintos dirigentes de Podemos en los últimos días, sino que lo que quiere es estar en las soluciones «y no en la lucha por el relato».
Asumido ya el altísimo desgaste que provoca esta cuestión, el PSOE ha priorizado que cale el mensaje de que la única propuesta firme de solución es la suya. La prioridad es que en última instancia pueda haber algún acuerdo con los partidos de la mayoría de investidura. Incluido Podemos. Pero siempre desde la tranquilidad de que el PP está dispuesto a apoyar la proposición de ley del PSOE con los cambios en las penas por delitos sexuales. Una carta bajo manga que puede ser clave en la negociación de cara al pleno parlamentario del 7 de marzo. De hecho, la portavoz parlamentaria y número dos del PP, Cuca Gamarra, fue tajante en la sesión de control al Gobierno del miércoles, cuando le ofreció a Sánchez introducir en el pleno del Congreso de la semana que viene –para el que los populares tienen el llamado cupo parlamentario que permite a un determinado grupo introducir iniciativas– la reforma registrada por el Grupo Socialista. Algo que haría que la iniciativa se tomase en consideración el próximo jueves, doce días antes de lo previsto.
Aunque esto último, claro está, pasaría por sacar adelante los cambios en el 'solo sí es sí' con el apoyo del centro-derecha, todo un anatema para Podemos. La propia Irene Montero fue clara al respecto, contestando en público a Sánchez: «La propuesta que yo quiero hacer pública es la propuesta de acuerdo. La propuesta de acuerdo del Gobierno y la propuesta de acuerdo de la mayoría feminista del Congreso de los Diputados». Traducido: sí a reformar el 'solo sí es sí', pero no, nunca, a hacerlo con el PP.
Advertencias de Podemos
Las advertencias de la titular de Igualdad en este sentido son claras y no se distinguen mucho de las que en su día, allá por el inicio de la legislatura, en los meses de 2020 anteriores incluso a la pandemia, se hicieron precisamente sobre el 'solo sí es sí', cuando esta norma empezada su recorrido en la mesa del Consejo de Ministros. Si el entonces vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, tildó a Juan Carlos Campo, a la sazón ministro de Justicia, de «machista frustrado» por las objeciones de técnica jurídica que se hacían a la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, ahora Montero y la sucesora de Iglesias al frente de Podemos, Ione Belarra, aseguran que la propuesta del PSOE, defendida por la titular de Justicia, Pilar Llop, supondría una vuelta al «Código Penal de la manada». Llop ya advirtió hace días que el Gobierno «hace relatos y no leyes», en un claro dardo a la titular de Igualdad. El conflicto interno parece ir para largo.
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