Podemos pretende que la presión del 8-M arrincone al PSOE con el 'solo sí es sí'

La batalla por reformar la ley del Ministerio de Igualdad se cronifica en el seno del Consejo de Ministros. Y mientras el PSOE intenta bajar el tono ante un asunto que consideran estancado, en Podemos presionan a degüello en pleno contexto de precampaña electoral para las autonómicas y municipales y de reconfiguración de la izquierda alternativa al PSOE.

Podemos consiguió este martes retrasar el debate de la toma en consideración de la proposición de ley del PSOE para reformar el 'solo sí es sí' hasta la víspera de las movilizaciones del 8-M. La reforma empezará a tramitarse el 7 de marzo porque los representantes de Unidas Podemos en la Mesa del Congreso bloquearon con su abstención el tramite de urgencia.

Es una fecha clave para Podemos, como se vio en 2020 cuando la ministra de Igualdad, Irene Montero, presentó el anteproyecto de ley de 'solo sí es sí' en la semana del Día Internacional de la Mujer. Supone un golpe de efecto para el partido morado en la batalla cultural que libran contra el PSOE desde hace semanas para ver qué planteamiento penetra más en la opinión pública. Pero Podemos juega con el altavoz del Ministerio de Igualdad en su mano. El PSOE responsabiliza a Igualdad de la brecha legislativa que está permitiendo las rebajas de condenas a delincuentes sexuales y desde Podemos acusan a los socialistas de querer recuperar el modelo anterior del Código Penal por presión del PP.

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Fuentes de la dirección de Podemos reconocen que los movimientos feministas se están activando y que desde el partido no movilizarán la calle por lealtad a su socio de Gobierno, pero sí apoyarán las protestas contra el «Código Penal de la Manada». Porque así es como reducen y critican la reforma que el PSOE registró en el Congreso para reformar la norma.

«De cara al 8-M, a quien le debería de preocupar es al PSOE», asegura un cargo del Ministerio de Igualdad, donde muestran serenidad a pesar de las rebajas de las condenas a más de 500 delincuentes sexuales por la nueva horquilla de penas que entró en vigor con su norma.

No obstante, la división del año pasado –histórica por ser la primera vez que el movimiento acudía enfrentado– también dejó claro que la ministra de Igualdad está muy cuestionada por algunos colectivos feministas. En el 8-M del año pasado, el conflicto en el Gobierno con la 'ley trans' y el enfrentamiento entre las abolicionistas y las regulacionistas de la prostitución –incluso dentro de Unidas Podemos– provocó que la fuerza de Podemos como partido al cargo de la cartera de Igualdad se erosionara.

También durante la manifestación en Madrid contra las violencias machistas, el pasado 25-N, la ministra de Igualdad asistió con su equipo mientras a pocos metros otro colectivo de mujeres sujetaba una pancarta que decía: «Montero dimisión. Basta de leyes misóginas y chapuza».

En ese momento era por la 'ley trans'; una parte del feminismo y, sobre todo una gran parte del movimiento feminista del PSOE, considera que contribuye al «borrado de la mujer». Pero el malestar de ese sector crítico se ha elevado este año contra Montero por las consecuencias penales del 'solo sí es sí' y las críticas a ella estarán también presentes en las marchas de este año. El PSOE también jugará su baza.