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Macarena Olona emplaza a Santiago Abascal a una reunión para ver si caminan «juntos»

La exdiputada de Vox afirma que sigue en el partido tras decir este jueves su líder que ya no pertenecía a su disciplina y que es «libre»

La formación se solidariza con ella y culpa a la «extrema izquierda» del escrache en Granada

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Noche electoral de Vox en Andalucía manuel Gómez | Vídeo: europa press
Juan Casillas Bayo

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El futuro de Macarena Olona, en este inicio de curso político, se ha convertido en el principal quebradero de cabeza de Santiago Abascal. Este viernes, tras el escrache sufrido ayer en la Universidad de Granada, la excandidata a presidir la Junta de Andalucía ha puesto contra la espada y la pared al líder de Vox al emplazarlo a una reunión «con un solo motivo»: «Preguntarle si caminamos juntos por un mejor futuro de Andalucía y del resto de España».

Olona, una de las figuras más mediáticas y valoradas en Vox, dio el salto a Andalucía para tratar de competir, por primera vez, de tú a tú con PP y PSOE. Las expectativas de los de Abascal eran altísimas. Al menos, esperaban doblar los doce escaños con los que irrumpieron en la política autonómica en 2018. Cuatro años después, con una candidata estrella, apenas crecieron dos diputados. Un frenazo y un jarro de agua fría que ha hecho al partido replantearse su estrategia.

Su figura, desde entonces, genera incomodidad en el partido. Una de las principales promesas fue que Olona iba a abandonar el Congreso de los Diputados, donde ejercía de secretaria general y de portavoz adjunta, pasase lo que pasase en Andalucía el 19 de junio. Vox no quería, como le sucedió a Ciudadanos con la candidatura de Edmundo Bal en la Comunidad de Madrid, que se viese el cartel de Olona como un billete de ida y vuelta, en el que el regreso a Madrid fuese factible si los pronósticos internos —gobernar en coalición con el PP— no cuajaban.

Olona, pues, tomó posesión como diputada autonómica del Parlamento andaluz, pero a finales de julio, por sorpresa, anunció que dejaba la política «por razones médicas». El adiós pronto pareció un hasta luego, porque la abogada del Estado regresó apenas un mes después a la agenda mediática promoviendo actos públicos. Especial repercusión tuvo su ruta en el Camino de Santiago, donde expió sus pecados rodeada de afines.

Un rumor creciente

En ese paseo a mayor gloria de su figura, a comienzos de septiembre, Olona dio alas a una posible vuelta a la política sin descartar, incluso, una escisión de Vox en un nuevo partido. El tema, prácticamente tabú en su formación, genera gran incomodidad en los portavoces a los que se les ha preguntado por su excompañera. El propio Abascal, este jueves en una entrevista en esRadio, se mostró visiblemente molesto cuando se le preguntó por la que fue una de las referentes de Vox.

El presidente de Vox remarcó que Olona ya no pertenecía a su disciplina por lo que era «libre» para actuar según lo estimase oportuno. Eso sí, también señaló que, aunque no creía que su intención fuese liderar un nuevo partido político, en tal caso no veía espacio para el mismo si Vox, como prometió, sigue fiel a sus postulados.

La entrevista fue por la mañana, horas antes de que Olona volviese a la primera plana de los periódicos. Por la tarde, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada, Olona tuvo que ser escoltada por la Policía Nacional para evitar las agresiones de centenares de radicales que trataron de impedir su conferencia al grito de «fuera fascistas de la universidad». Políticos de distintos partidos se solidarizaron con Olona y condenaron toda forma de violencia.

En Vox, la reacción llegó desde la cuenta oficial del partido, que vinculó los hechos con acciones de «la extrema izquierda». Abascal lo retuiteó, pero no escribió un mensaje personal en apoyo a su excompañera. Este viernes, respondiendo a un tuit de un periodista, Olona ha desmentido que haya abandonado Vox en ningún momento y ha reclamado a Abascal públicamente una reunión para analizar su futuro.

«Nunca me he ido de Vox por un motivo básico: mi corazón está con cada uno de los votantes de Vox que amamos España y nos sentimos orgullosos de su bandera. Con toda su riqueza y diversidad. Y la defenderé si hace falta caminándola entera. Con el ejemplo de su valentía», ha escrito Olona.

A continuación, la abogada del Estado ha anunciado que dará una nueva charla en la Universidad de Murcia el viernes 23 de septiembre y después, ha asegurado, llamará a Abascal —a quien ha mencionado con su nombre de usuario en Twitter— para pedirle un encuentro «con un solo motivo»: «Preguntarle si caminamos juntos por un mejor futuro de Andalucía y del resto de España. De nuestro país y los españoles. Que no tienen tiempo que perder. A cuyo lado estoy y quiero estar».

El pulso público de Olona abre el primer conflicto interno de magnitud en Vox, que ahora deberá sopesar los pros y contras de lo que parece una solicitud de reingreso en la primera línea política. El partido afronta además un retroceso en las encuestas desde su pinchazo en Andalucía, aunque traten de quitarle trascendencia. En el último sondeo de GAD3 para ABC, el PP de Alberto Núñez Feijóo se consolida y obtiene entre 147 y 151 escaños por los 38-40 —hasta catorce menos que en la actualidad— que el barómetro concede a Vox. La formación de Abascal, además, cae dos puntos en intención de voto respecto al mes de abril.

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