La nueva cesión que exige ERC al PSOE: eliminar la obligación de acudir con la selección española
Presenta una iniciativa para no castigar a un deportista que no desee competir con España tras ser convocado
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Después de haber conseguido que las lenguas cooficiales se sitúen al mismo nivel que el castellano en el Congreso, los separatistas catalanes quieren más. Es su momento, y lo saben. Por eso, ERC registró ayer una propuesta para modificar la Ley del Deporte - ... que entró en vigor el 1 de enero de este año- y eliminar la obligatoriedad de los deportistas a acudir a la llamada de la selección. Una ley que establece que cualquier jugador que se niegue a ir con el combinado nacional puede ser castigado con hasta 30.000 euros y con la suspensión de la licencia federativa. Medida coercitiva de actualidad por el conflicto latente entre las jugadoras de la selección de fútbol y la federación que ha aprovechado ERC para enredar y poner sobre la mesa del PSOE un problema que no existía y una nueva exigencia antes de la investidura de Pedro Sánchez.
Es habitual que haya deportistas que decidan no acudir a la llamada de la selección por diferentes motivos y eso nunca había supuesto un problema. Referentes históricos de nuestro deporte como Marc Gasol -ausente en el Eurobasket 2015- han declinado esta llamada en ocasiones para darle un respiro a su cuerpo y a nadie se le ocurrió acudir al régimen sancionador de la Ley del Deporte. Ni siquiera con Oleguer Presas, exjugador del Barcelona que pidió no jugar por España porque no se sentía identificado, sufrió sanción alguna.
ERC saca este tema a colación para acercar un poco más una de las viejas aspiraciones del separatismo catalán y del nacionalismo vasco: el reconocimiento oficial de las selecciones autonómicas internacionalmente.
Un sueño que llevan persiguiendo décadas y que siempre ha encontrado la oposición del PP y del PSOE. En 2004, CiU y PNV presentaron sendas proposiciones de ley para que se reconociese internacionalmente a las selecciones catalana y vasca y su derecho a competir en campeonatos internacionales en condición de igualdad con la selección española. Ambas fueron rechazadas por abrumadora mayoría (apenas 36 votos a favor).
Ya en 2010, el PNV volvió a la carga con una reforma de la Ley del Deporte -apoyada por el resto de fuerzas nacionalistas- para permitir que las selecciones deportivas de las comunidades autónomas pudieran participar en competiciones internacionales, incluso contra España. De nuevo el PP y el PSOE, con el apoyo esta vez de UPyD, tumbaron la propuesta de los vascos.
Pitada al himno
Dos años después, con motivo de la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Athletic Club que se iba a celebrar en el Vicente Calderón, varios partidos del Grupo Mixto (Amaiur, ERC y BNG) auspiciaron un acto en el Congreso con diferentes plataformas que abogaban por el reconocimiento internacional de las selecciones deportivas vascas y catalanas. Su lema para aquel partido era «pita por la lengua pita por la libertad, pita por las elecciones, pita contra el robo y pita por el nuevo Estado catalán». No lograron avanzar con su objetivo, pero sí consiguieron una pitada masiva al himno nacional antes del inicio del partido.
Con motivo de la última reforma de la Ley del Deporte, y ya con Sánchez en manos del nacionalismo, el PNV consiguió colar una enmienda con la que se daba luz verde a la participación internacional de las selecciones autonómicas de deportes con arraigo histórico y social. En concreto, del surf y la pelota vasca, aunque la norma abría la puerta a otros deportes.
El PSOE pactó esa enmienda con el partido de Ortuzar, que arrancó ese compromiso al Gobierno. «Hay un clamor popular en favor de la oficialidad de las selecciones vascas», dijo entonces el presidente de los peneuvistas. Ahora, menos de un año después de aquello, los nacionalistas y separatistas quieren seguir avanzando hacia esa línea roja que el PSOE siempre se negó a traspasar, pero que la actual necesidad ya no descarta.
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