El PSOE de Óscar López: más vertical, más agresivo y más antiAyuso

En el documento que el PSOE de Óscar López llevará al XV Congreso regional, que se celebrará en Leganés los días 1 y 2 de febrero, la región madrileña no sale muy bien parada. Tampoco su presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, a quien los socialistas madrileños dedican varias andanadas en el texto que será la base del proyecto político de López. La presidenta regional, dicen, «se ha sumergido en la ciénaga ideológica de la extrema derecha representada por Vox en su estrategia de polarizar a la sociedad».

«Nuestra región está sumergida en un proceso de degeneración política e institucional y el primer paso para revertirlo consiste en tener la valentía de reconocer y denunciar que lo que pasa en Madrid no es normal», aseguran los socialistas en una ponencia en la que no dudan en atacar a la presidenta regional.

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El PSOE se compromete a «combatir con contundencia» el «claro proceso de involución económica y política que está viviendo nuestra región de la mano de la derecha de Madrid». Es un proceso, aseguran los socialistas, «similar al vivido en países como Argentina y Estados Unidos marcado por una intensa crispación política, un desprecio por la verdad y el debate racional, un autoritarismo apenas disimulado, una búsqueda constante de impunidad ante cualquier irregularidad y una privatización de los servicios públicos y de las propias instituciones al servicio de un pequeño grupo de millonarios y en detrimento de los intereses de la mayoría social».

El escenario que dibuja el PSOE de López sobre Madrid es desolador y tiene claro quién es la culpable: Ayuso. El PSOE acusa a la presidenta regional de intentar «imponer valores ajenos a los que alimentan el espíritu constitucional». Incluso cree que la presidenta regional impulsa un «trasunto de nacionalismo excluyente madrileño» y practica una «estrategia de odio» para ocultar sus verdaderas prioridades, que pasan por «favorecer a unos pocos millonarios».

El PSOE de Madrid, que desde las elecciones de 2021 quedó relegado a la tercera posición en las urnas, por detrás del PP y de Más Madrid, intenta recuperar a toda costa el liderazgo de la izquierda para tratar de doblar el pulso desde esa posición a los populares. Hace tres décadas que el PSOE no gobierna en la Comunidad de Madrid y este es el enésimo intento para tratar de recuperar el poder que tuvieron con Joaquín Leguina, cuando la izquierda estaba unida en torno a su proyecto. Ahora la estrategia pasa por atraer a una mayoría de votantes de izquierdas que les han dado la espalda. Para ello, López ha ido haciendo suyas algunas de las banderas del partido de Mónica García, con el fin de recuperar el espacio perdido.

Por ejemplo, la 'bandera' de los muertos en las residencias de mayores, un asunto que no ha dudado en lanzar contra Ayuso para buscar su desgaste. En la ponencia marco no se olvida ese asunto: «Cuando se asume que ningún comportamiento, por aberrante que sea, tiene castigo ni implica responsabilidades políticas o legales, nadie está a salvo. Lo hemos visto, desgraciadamente, en lo ocurrido en las residencias madrileñas durante la pandemia. Nuestro compromiso con la valentía y con la regeneración de la vida pública implica la búsqueda incansable de la verdad sobre este caso y la lucha contra la cultura política que lo hizo posible».

A pesar de su derrumbe electoral y de la mayoría absoluta del PP, el PSOE de Madrid cree que es el partido que más se parece a la sociedad madrileña. Así, advierte de la «fortaleza del ecosistema de crispación y de odio» al que se enfrentan los socialistas, «cuidadosamente alimentado y financiado por sus beneficiarios políticos y económicos». «Pero partimos de una fortaleza indiscutible: somos el partido que más se parece a la sociedad madrileña».

Otra de las banderas que Más Madrid había hecho suya y que el PSOE trata de recuperar a toda costa es la de la defensa de la sanidad pública, con ataques directos contra Ayuso, a quien acusan de defender una «política para millonarios» con «regalos fiscales, aunque el precio a pagar sea la inanición de los servicios públicos».

Para conquistar el espacio de Más Madrid y erigirse como líder de la izquierda, el PSOE cree que tiene a su favor las políticas de Sánchez, a quien consideran claramente un activo. Así, frente a los «dogmas neoliberales» del PP, el PSOE de Madrid se pone al frente de «las políticas puestas en marcha por el Gobierno de España»: «Repartir mejor la riqueza y fortalecer a las clases medias y trabajadoras es el mejor estímulo para la economía». Para ello, uno de sus principales propuestas es una «nueva fiscalidad» que, en línea con las políticas sanchistas, incluye una subida generalizada de impuestos en Madrid, con críticas directas a la «práctica supresión» del impuesto de Patrimonio y de Sucesiones y Donaciones. «Son tributos importantes a la hora de garantizar la justicia redistributiva», avisan.

Y para completar esa 'invasión' del terreno que había ocupado Más Madrid, el PSOE de López ha dado una vuelta de tuerca a su discurso contra la derecha, lo ha endurecido sin evitar entrar de lleno en el barro político, y ha puesto fin a esa política de diálogo y mano tendida que defendía Juan Lobato, así como a cualquier tipo de entendimiento con el PP de Ayuso. Ha bautizado todo ello como «izquierda valiente», el lema con el que el nuevo secretario general ha tratado de marcar un punto de inflexión respecto a la etapa anterior. Y todo perfectamente alineado con Sánchez y sus políticas, como queda bien reflejado en el documento político que llevarán al congreso.

En una reciente reunión con la Agrupación Centro del PSOE, López alertó a todos de la «amenaza ultra que recorre las mejores democracias del mundo». Y espoleó a todos así: «Estaremos en frente. Hace falta una izquierda valiente». Y así estrenó el año al frente de la 'izquierda valiente' del PSOE de Madrid: «Veo muchas ganas de arrancar un tiempo nuevo en Madrid. De recuperar una Comunidad que el PP de Ayuso ha convertido en epicentro de la peor política, en eslabón de una ola ultra que ensucia la política, aplica recetas neoliberales y recorta los servicios públicos».

Desde que fue proclamado secretario general del PSOE de Madrid, Óscar López emplazó a los militantes socialista a plantar cara a la derecha y a Ayuso: «No os dejéis amedrentar por la máquina del fango», les conminó en una carta, en la que acusaba a la presidenta regional de representar «la política del insulto». La realidad es que López no ha dejado de pisar ese barro que criticaba.

Esta misma semana, sin ir más lejos, optó por el ataque personal contra el jefe de gabinete de Ayuso, al que acusó de estar al frente de un 'Whiskygate'. Y un día después aseguró que Madrid no tiene una presidenta, sino «un meme»: «Es una pena que la Comunidad de Madrid, más que una presidenta, tenga un meme», soltó en televisión. De Ayuso también criticó su actitud «enfermiza» frente a Sánchez e incluso denunció que se sitúe contra los «derechos humanos y la convivencia». Más aún, denunció la «deshumanización» de Ayuso, a la que culpa de los muertos en las residencias durante la pandemia. La «obsesión de los fachas» con Sánchez es otra de sus críticas. En el PP le acusan de actuar como un auténtico «trol» que se dedica a perseguir a la presidenta en las redes.

Este PSOE de Óscar López se diferencia del de Lobato en una cuestión clave dentro del partido: la participación de los militantes. El exsecretario general fue elegido en primarias, con el 61 por ciento de apoyo de los afiliados. López no ha tenido que pedir avales ni ha sido votado por nadie para ocupar su puesto. Con los nuevos estatutos de su partido, al ser el único candidato, y con el sello de Sánchez, eso sí, fue proclamado de forma directa sin que los militantes pudieran pronunciarse de ninguna manera.

Fuentes próximas a Lobato comentan que es un modelo de partido totalmente diferente al anterior, «menos horizontal, más jerarquizado, en el que todo y todos penden de Sánchez y donde no cabe el debate interno ni una posición crítica». En el actual PSOE de Madrid se da por sentado que López será el candidato electoral en 2027, aunque en teoría tendría que haber primarias. Pero ya nadie habla de una posible votación.

Eso sí, en la ponencia marco el PSOE se define como 'el partido de los militantes'. «El PSOE mejora cuando los y las militantes se sienten partícipes de sus decisiones», subraya, tras proclamar a su secretario general sin darles voz ni voto.