Madrid, altavoz de la gastronomía china

Un fenómeno del que la capital hace de caja de resonancia, de altavoz de una forma milenaria de domeñar los productos, que tiene tanto de misterio como de afecto.

Y, además, en ese esfuerzo está el desiderativo no sólo de llegar a todos los públicos, sino, además, que esta forma de entender la alimentación, con sus ritos y productos, salga de los tópicos que se han imbricado en el imaginario público de los españoles.

En eso consiste la cocina. Con esa razón, y en estas vísperas del Año Nuevo Chino que principia el 10 de febrero, desde el pasado miércoles 24 hasta el 25 de febrero, la capital se vuelca en la séptima edición del festival 'China Taste', iniciativa impulsada por la embajada del país, el Centro Cultural de China en Madrid, el ayuntamiento y el Gobierno regional.

Si hay que desglosar por datos este certamen del paladar, hay que citar los 17 restaurantes que participan con precios asequibles. Firmas como Asia Té, BaoLi, El Buda Feliz 1974, El Bund, China Crown, Chin-La, Chunli, Dim Sum Market, Gran Café Shanghái, Hutong, Kököchin, Kzen, Lelong Asian Club, Mitiko Asían Experience, Le Petit Dimsum y Xiaolongkang. Nombres que evocan un viaje sin salir de Madrid.

Y más en estos días pasados, en plena celebración de Fitur, donde hubo sesiones de 'showcooking' por la espectacularidad en la elaboración de los ocho estilos gastronómicos de los que consta el país; el Sichuan, el Shandong, el Guandong, el Jianhsu, el Zheijlang, el Fuljlan, el Anhul y el Hunal. Y de todos hay que probar, que alguno de ellos, como el de Sichuan, fuera destacado en su día nada menos que por la Unesco.

Además, con cada menú, se destina un donativo a la Cruz Roja, con lo que, paradójicamente, la gula se convierte en Madrid en un bien social. Más allá de lo gastronómico, que es lo más palpable de una cultura, está la cercanía del Año Nuevo Chino, que será el del Dragón, que simboliza el éxito. Por eso la población china tiene especial interés en su nuevo año. Ese componente de excepcionalidad, obviamente, tiene su reflejo en la mesa.

En la cena de Año Nuevo Chino tiene un protagonismo especial el pescado servido en un solo tajo en representación de la unidad, o los fideos de larga longitud en representación de la longevidad, una constante no sólo en China, también en muchas partes de Asia.

Almudena Villegas, perteneciente a la Real Academia de Gastronomía y miembro de su junta directiva, comenta a ABC que «China es el país de los cinco sabores hasta en las elaboraciones más cotidianas». Un país que en «la mesa» es donde «más y mejor expresa su historia» y una constante en su idiosincrasia que Villegas cifra en «una incansable búsqueda de la belleza y de la armonía».