El Hotel Palace se somete a una reforma integral para competir en la batalla del gran lujo en Madrid
El histórico hotel remodelará todas las habitaciones y áreas comunes, pero seguirá operativo durante los 14 meses que durará la obra
Fiebre hotelera por Madrid: diez cinco estrellas en solo doce meses
Madrid
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Iniciar sesiónEl hotel Westin Palace se somete a partir de junio a una remodelación como no ha vivido en décadas. Lo hace en pleno 'boom' de aperturas de hoteles de cinco estrellas en Madrid. Algunas llevadas a cabo por su propia matriz, Marriott. La entrada ... de estos nuevos competidores obliga al histórico establecimiento madrileño a renovar la calidad de su oferta. Un proceso que durará 14 meses, pero durante los cuales el hotel seguirá brindando su servicio con normalidad sin tener que cerrar en ningún momento.
La reforma será llevada a cabo en distintas fases para no perturbar su habitual funcionamiento. Las labores se ejecutarán por zonas, que serán cerradas durante el tiempo en el que se trabaje en ellas para así proteger de molestias y ruidos a los huéspedes. Son 470 habitaciones a remodelar –no cambiará el número tras la reforma ni tampoco la cantidad de suites–, además de zonas comunes, salas de reuniones, bares, restaurantes y gimnasio. El proyecto está dirigido por Ruiz-Larrea Arquitectura y el interiorismo corre a cargo de Lázaro Rosa-Violán.
«La transformación y la nueva marca permitirán al hotel continuar ofreciendo a sus huéspedes experiencias únicas y exclusivas, consiguiendo a la vez adaptarse a las nuevas preferencias de los viajeros actuales», destacan desde Marriott International y Archer Hotel, propietario del inmueble de la plaza de las Cortes.
La anterior reforma se llevó a cabo entre 2015 y 2019 y entonces fue mucho más modesta. Se tocaron interiores y parte del mobiliario, aunque concluyó con la renovación de la suite real, una de las habitaciones más icónicas de Madrid que dispone de 160 metros cuadrados de superficie. La anterior actualización más relevante se remonta al año 1997.
Algunos de los elementos más emblemáticos del hotel permanecerán inalterados tras la renovación, al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC). Entre ellos la fachada (será retocada) y la cúpula ubicada en el vestíbulo del establecimiento. Tras concluir la reforma, «el resultado será un hotel que eleve la rica historia y el legado del edificio, ofreciendo al mismo tiempo una experiencia de lujo contemporáneo con una fuerte identidad«, afirman desde Marriott.
Los trabajos también servirán para reposicionar el hotel dentro del grupo. Una vez reabierto al completo –se espera que ocurra en agosto de 2024–, el alojamiento volverá al portfolio de la marca The Luxury Collection (solo otros cinco están bajo esa denominación en España), una de las 31 marcas excepcionales de Marriott a nivel global.
Nueva posición
«Esta marca destaca por tener en su portfolio de propiedades una serie de hoteles y resorts auténticos, que son una cuidada y detallada expresión de su localización», explica la vicepresidenta de Marcas de Lujo para Europa, Oriente Medio y África de Marriott International, Candice D'Cruz, que enfatiza la posición del hotel madrileño por «la rica historia» que tanto ellos como los huéspedes buscan en un hotel. «Estamos ilusionados de embarcarnos en esta nueva etapa, restaurando sus palaciegos interiores y creando, a su vez, una experiencia inolvidable para los huéspedes«, añade D'Cruz.
Bajo este paraguas, el hotel introducirá nuevos conceptos de restauración «a la amplia y rica oferta gastronómica de Madrid, que cautivarán por igual a huéspedes internacionales y locales con un estilo elegante y sofisticado».
El Palace, hotel llevado a la gran pantalla y hogar de paso para grandes artistas en sus más de 110 años de historia, pretende así recuperar su estatus de gran alojamiento dentro del amplio abanico de oferta de gran lujo que ofrece la capital. A lo largo de su más de un siglo de vida, los libros de registro del Palace recogen la estancia de algunos de los huéspedes más ilustres, desde artistas como Dalí o Picasso, a estrellas de Hollywood como Ava Gardner u Orson Welles, Bruce Springsteen y Antonio Banderas, así como algunos de los científicos más reconocidos, como Albert Einstein y Marie Curie a principios de la década de 1920.
A favor del Palace juega su ubicación, en el Paisaje de la Luz, recientemente declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Además del número de habitaciones del que dispone, muy superior al de sus competidores.
Competidores
El Palace ha visto en los últimos años a Madrid convertirse en un vergel de hoteles de su categoría. Hasta hace pocos años, sus competidores se limitaban a media docena, pero la llegada de las grandes marcas estadounidenses y asiáticas ha reconfigurado el paradigma del gran lujo hotelero en la capital.
Empezando por su vecino en el Triángulo del Arte y competidor histórico, el Ritz, ahora bajo la gestión del grupo chino Mandarin Oriental, que tras la profunda reforma acometida antes de la pandemia ha logrado reposicionar al establecimiento como uno de los grandes referentes de la hotelería de lujo en España.
En el último trienio también se han sumado otras grandes reapariciones en el gran lujo como la del Hotel Santo Mauro, también bajo la batuta de Marriott, a finales de 2021, pero han sido sobre todo aperturas como la del Four Seasons en la plaza de Canalejas en 2020 o la de The Madrid Edition (en el histórico edificio del Monte de Piedad), también gestionado por la matriz del Palace, las que han venido a recrudecer la competencia dentro del gran lujo hotelero en la capital.
La primera cadena del mundo por número de habitaciones también inauguró otro establecimiento hotelero de máxima categoría en el mes de abril. Se trata del primer hotel de la marca JW que Marriott abre en España y que está situado frente al Four Seasons en la misma plaza de Canalejas. Un hotel de 139 habitaciones que cuenta con el restaurante Qú, un espacio gastronómico que opera bajo el mando del chef Mario Sandoval, propietario de Coque, con dos estrellas Michelin.
A esta serie de grandes llegadas se suma el Thompson de Hyatt, en la plaza del Carmen. Son, en definitiva, hoteles que resultan un filón para atraer al turista estadounidense, muy apegado a sus marcas y a los programas de fidelización que ofrecen.
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