El cirujano Pedro Cavadas fue acusado de «alarmista» cuando hace ahora justo un año alertó de los riesgos que, en forma de efectos secundarios adversos, entrañaba la vacuna del coronavirus .
El doctor valenciano, incluído en la lista Forbes de los mejores médicos ... , explicó entonces que el remedio contra el Covid-19 se había desarrolado con una velocidad inusitada, sin las fases habituales en el proceso de elaboración de vacunas, y dejó claro que «si queremos algo rápido hay que aceptar que no va a ser tan seguro y que aparecerán efectos adversos. Por lo tanto, no habrá que alarmarse tanto y aceptar que al que le toque le ha tocado».
Pese a su premonición, Pedro Cavadas optó por vacunarse cuando le tocó su turno como personal sanitario el pasado mes de marzo. El propio doctor lo confirmó durante una comparecencia pública ante los medios de comunicación para explicar uno de sus casos «imposibles» en materia de cirugía reconstructiva por los que es reconocido internacionalmente.
Este miércoles, el Gobierno de Suecia ha anunciado la suspensión del uso de la vacuna de Moderna contra el coronavirus para menores de treinta años debido a los posibles efectos secundarios.
El Ministerio de Sanidad del país nórdico ha citado para justificar su decisión un posible riesgo de patologías que incluyen una inflamación del corazón, como miocarditis y pericarditis relacionadas con la vacuna de Moderna.
Mientras, Dinamarca ha suspendido también la inoculación de dosis de esta farmacéutica en menores de dieciocho años por precaución. Finlandia también ha anunciado este jueves una medida similar.
Dos nuevos ejemplos de aquellos efectos adversos de los que ya advirtió en octubre del año pasado Pedro Cavadas . Con todo, solo en España se han administrado cerca de nueve millones de dosis del preparado de Moderna , de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, y no se han registrado incidencias de gravedad.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete