¿Cuántos torreznos se pueden comer sin dañar la salud?
Un estudio «pone en valor los beneficios nutricionales» del «embajador de la gastronomía de Soria»
Esto es lo que ocurre en el cuerpo cuando nos saltamos una comida
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Iniciar sesiónEse color, ese sabor, ese crujidito... ¡Ese sabor! Mmmm... Inconfundible del Torrezno de Soria. Con mayúsculas, porque este manjar tiene nombre propio y marca que lo ampara. Y frente a los «bulos» -tanto en contra como en forma flaco favor al decir que ... era incluso «más beneficioso que tomar verduras»- que pesan sobre la panceta de cerdo curada y frita como mandan los cánones sorianos, han decido probar científicamente sus propiedades.
Porque las tiene. Sí. Las tiene. Más allá de los prejuicios que pesan sobre el torrezno, su ingesta posee «beneficios nutricionales». Eso sí, en su peso justo. Así lo arroja una investigación realizada por el equipo de la Facultad de Ciencias de la Salud de Soria, perteneciente a la Universidad de Valladolid, junto a la Fundación Científica Caja Rural de Soria. «El informe deja constancia de que un consumo semanal de Torreznos de Soria no perjudica la salud», destacan desde la Marca de Garantía del «embajador de la gastronomía de Soria», desde donde valoran que los resultados del análisis han sido publicados ya en la revista científica Food Science & Nutrition.
¿Y cuál es la cantidad adecuada? Pues también lo dice. El estudio sostiene que «un consumo de torrezno con ración adecuada y razonable» puede «formar parte de una dieta adecuada». Lo sitúa en «unos 300 gramos a la semana». Eso sí, siempre que «la fritura se haga en aceite de oliva virgen extra» y los torreznos «se combinen con otros alimentos ricos en fibra». Y es que, señala el análisis científico, la ingesta de esta panceta «junto con una dieta en fibra es saludable» y «puede incluirse y formar parte de una dieta adecuada».
¿Y el colesterol?
Además, subrayan, la investigación «deja constancia» de que «los datos de colesterol de la muestra estudiada no aumentaban, sino que, incluso, los disminuía».
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«La conclusión principal es que, cuando introducimos un producto inicialmente rico en grasas saturadas, como es el torrezno, y siempre que estos hayan sido fritos en aceite de oliva virgen extra, obtenemos un alimento con los ácidos grasos mono insaturados elevados y si además añadimos fibra en el mismo acto alimentario, los efectos cardiovasculares no son negativos», resalta la científica Zoraida Verde, una de las profesoras que han participado en el estudio, junto con Ana María Fernández Araque y Patricia Romero Marco.
Unos resultados, señalan, que surgen de la muestra «científica» realizada a un grupo de personas que llevaron distintas dietas y en las que el Torrezno de Soria era un «plato semanal».
Una delicia que «forma parte de la cultura gastronómica de la provincia de Soria», lo que «no quiere decir», subrayan desde la Marca de Garantía, que los 90.000 sorianos «estén todos los días comiendo» Torrezno de Soria. Sino que «se suele consumir de vez en cuando» durante la semana «y siempre junto con una dieta mediterránea rica en otros alimentos como la fibra».
Los sorianos, destacan, «tienen unas ratios de salud, principalmente cardiovasculares, buenas, positivas y por encima de la media nacional».
Las cifras del Torrezno de Soria, uno de los productos «que más prestigio está adquiriendo en los últimos años en la cocina de Castilla y León», señalan desde la Marca de Garantía, hablan por sí solas. En 2003 se consumieron en España casi 26 millones de estas cortezas con sello propio gracias a los cerca de tres millones de kilos de panceta elaborados en la provincia.
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