Los sindicatos profesionales del SAS dan la espalda a las Mareas Blancas y se borran de su manifestación contra Juanma Moreno
Satse y CSIF se caen de la protesta de este domingo que prima los ataques a la Junta frente a sus demandas laborales
Ambas organizaciones junto al Sindicato Médico, que tampoco secunda la marcha, representan al 62% de la plantilla del SAS
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La unidad de los sindicatos se rompe: CSIF y Satse no irán a la manifestación por la sanidad de este domingo
La sanidad pública en Andalucía se ha convertido en la madre de todas las batallas de los partidos de izquierdas a ocho meses vista, como mucho, de las elecciones autonómicas. Es casi la única de las batallas que están librando ahora que han encontrado ... munición en los retrasos en el diagnóstico de 2.317 mujeres sometidas a los cribados de cáncer de mama para construir su lógica narrativa en torno a que el Gobierno de Juanma Moreno está «desmantelando» este servicio público.
Pero el PSOE, Por Andalucía (Sumar) y Adelante Andalucía se han encontrado con una contrariedad con la que no contaban en esta estrategia de tensión permanente y agitación en la calle. Los sindicatos profesionales, que son también los más representativos en el Servicio Andaluz de Salud (SAS), no se prestan a ser utilizados como fuerza de choque en el combate político de la oposición contra la mayoría absoluta del PP.
El Satse, el Sindicato de Enfermería, y CSIF se han borrado del cartel de la manifestación del próximo domingo 9 de noviembre contra «el fracaso de la política sanitaria del Gobierno andaluz», donde ambas organizaciones figuraban como convocantes junto a los sindicatos de clase, Comisiones Obreras y UGT, junto a la coordinadora de las Mareas Blancas. El Sindicato Médico Andaluz (SMA) ni siquiera secundaba esta protesta que «respeta» pero que se había organizado sin contar con sus representantes.
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Que no quieran estar en la foto de esa manifestación es simbólicamente muy relevante. Satse, SMA y CSIF son, por este orden, los sindicatos que más representantes tienen en las juntas de personal tanto en los centros de Atención Primaria como en los hospitales del SAS. Satse, con 339 representantes; el Sindicato Médico, con 230, y CSIF, con 216, representan juntos casi al 62 por ciento de los profesionales sanitarios, que escogieron a 1.270 delegados en las últimas elecciones celebradas en marzo de 2024. En cambio, CCOO, con 180 miembros, y UGT, con 169, ambos convocantes de la protesta, aglutinan el 27,5 por ciento del personal del SAS.
UGT y CCOO, únicos sindicatos convocantes, solo representan el 27,5% de la plantilla en las juntas de personal del SAS
Sin el apoyo de los mayoritarios, las organizaciones afines a la izquierda volverán agitar sus pancartas y banderolas para pedir la dimisión de Moreno tres semanas después de haberse concentrado a las puertas del Palacio de San Telmo en Sevilla, la sede de la Presidencia autonómica, en la protesta promovida por la asociación Amama.
La fecha elegida para la próxima marcha, el próximo domingo, no es casual. La jornada reivindicativa, que se desarrollará simultáneamente en las ocho capitales andaluzas, se hace coincidir con la clausura del congreso del PP andaluz que va a reelegir a Juanma Moreno como presidente en Sevilla, donde estará arropado por el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo. El cónclave pretende ser el pistoletazo de salida de la precampaña electoral para la formación conservadora en Andalucía.
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Aprovechando el escaparate nacional, la manifestación serviría de caja de resonancia para amplificar el ruido político en torno a una grave crisis de la sanidad pública. Ése es el verdadero objetivo de esta estrategia de combate que el PSOE lleva promoviendo desde el primer minuto.
El partido de María Jesús Montero no es un actor secundario. La portavoz adjunta del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, Ángeles Férriz, arengó este miércoles a los ciudadanos a movilizarse el domingo. «Todos los andaluces estamos llamados a salir a las calles para salvar nuestra sanidad pública», declaró en una rueda de prensa, porque lo que ha sucedido con los cribados es «la punta del iceberg» de un proceso de «destrozo» que «empezó cuando Moreno Bonilla llegó a San Telmo» en 2019.
Las organizaciones con más apoyo entre los profesionales no se prestan a ser usadas como fuerza de choque de la izquierda contra la Junta
El sindicato mayoritario entre los facultativos, el SMA, declinó ayer hacer valoraciones a ABC cuando se le preguntó por qué no ha secundado esta movilización. Pero ya ha dejado claro que su guerra es otra: la defensa de mejoras laborales y retributivas del colectivo. Por esta razón han convocado huelgas desde 9 al 12 de diciembre contra la revisión de sus condiciones de trabajo que propone el Ministerio de Sanidad. Exigen un estatuto propio que reconozca las peculiaridades de los doctores, con más responsabilidad y formación que otros empleados, evitar jornadas maratonianas y reconocer las guardias como horas extra, entre otras demandas.
División entre los sindicatos
Quienes sí han hablado para explicar por qué la pretendida 'unidad' ha saltado por los aires en Andalucía son los sindicatos que se han descolgado de la manifestación de este domingo. Satse y CSIF han explicado que sus reivindicaciones profesionales no se han tenido en cuenta en el manifiesto de las Mareas Blancas, aunque comparten algunas de sus reclamaciones. Además, a Satse les han dejado fuera de la organización en cuatro de las ocho provincias de manera inexplicable. La defensa de la sanidad pública exige «unidad, coherencia y respeto» por el trabajo de todas las entidades implicadas, advirtió.
CSIF tampoco tomará parte en la protesta porque los «reiterados intentos de incluir en el manifiesto reivindicaciones cruciales para el futuro de cientos de miles profesionales sanitarios han caído una tras otra en saco roto». Lamenta el hecho de que en varias provincias andaluzas se le hubiera «impedido no ya sólo ejercer como convocante, sino incluso asistir a la concentración».
CCOO, UGT y las Mareas Blancas buscan mostrar músculo en la calle para provocarle un dolor de cabeza a la Junta. El 26 de octubre pasado ya respondieron a la llamada movilizadora de Amama, la asociación que reveló los errores en las mamografías del sistema sanitario, que es la peor crisis que ha vivido Moreno desde la pandemia. Ahora volverán a la calle porque el «escándalo» de los cribados «no es más que la punta del iceberg del deterioro de la sanidad pública», el epítome del «fracaso de la política sanitaria del Gobierno andaluz», proclaman. El diagnóstico que hacen del problema es calcado al argumentario del PSOE para apoyar la protesta e incluso escogen idénticas palabras. No cabe mayor sincronía en los mensajes.
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