Unas 150 personas acuden a un baile feminista en Málaga en un 8M sin multitudes

No ha habido marchas, aglomeraciones, ni pancartas, más allá de las instaladas en el suelo por las organizaciones convocantes. Con el lema 'Contra el patriarcado y sus violencias, lucha y unidad feminista', unas 150 personas han ocupado el Paseo del Parque, lo que ha obligado a la Policía Nacional y Local a desviar el tráfico hacia otras calles aledañas generando retenciones puntuales.

Las restricciones han mermado, sin duda, la participación y también el desarrollo del acto. En torno a las seis de la tarde han comenzado a llegar los asistentes convocados por la Plataforma 8 de Marzo de Málaga, y una hora después la concentración quedaba disuelta.

Con mascarilla y vistiendo de color violeta , el grupo ha repetido varias veces la coreografía ocupando el primer tramo de esta céntrica vía y guardando las distancias de seguridad, que habían sido marcadas en la calzada por la organización.

Entre los asistentes había hombres y familias, aunque nada que ver con otras ediciones. La mayoría eran mujeres y todas han bailado al unísono la canción, compuesta por la rapera Eskarnia , con una coreografía que había sido difundida previamente a través de las redes sociales para que los participantes pudieran aprendérsela.

«Aquí estamos las feministas» o «si nos tocan a una nos tocan a todas», han sido dos de los mensajes proclamados durante el acto, que se ha desarrollado en un ambiente tranquilo y sin incidentes. «Este año nos han intentado amordazar, pero no han podido. A nosotras ni nos amordazan ni nos callan» , gritaba una de jóvenes que encabezaba el grupo.

En la misma línea, criticaba la criminalización del colectivo la portavoz de la plataforma, Andrea Barbotta. «Creo que estamos mejor organizados que muchas otras manifestaciones en este año de pandemia a las que nadie ha puesto ningún problema, ha explicado a ABC. «Siempre a nosotras, las mujeres, se nos mira con lupa» , ha lamentado.

Tras el baile, se ha dado paso a la lectura de un manifiesto en el que han denunciado el «aumento de las violencias machistas» en el ámbito personal, laboral, social e institucional, así como el «acoso misógino a través de las redes sociales».

«Denunciamos el auge de la explotación reproductiva y de la mafia proxeneta internacional, y la explotación de mujeres y niñas en la industria del sexo durante la pandemia», ha proclamado una de las portavoces durante la lectura.