Rafael Santandreu: «Las patologías mentales se han disparado porque la vida cada vez es más complicada»

Durante el coloquio, patrocinado por la Fundación Unicaja y moderado por el director de ABC edición Andalucía, Fernando del Valle, Santandreu señaló que, aunque son múltiples los factores que han hecho aumentar trastornos mentales como la ansiedad o el pánico, uno de ellos es el nivel de exigencia de la sociedad actual . «Es un proceso gradual y no nos damos cuenta», apuntó antes de explicar que con conforme pasa el tiempo cada vez el más elevada la presión. «Hay que adelgazar para estar más guapo, tener un buen trabajo, una casa de la leche y una familia súper bonita; y si fallas te sientes un maldito gusano », ha señalado el autor, que el pasado verano publicó 'Sin miedo', su último libro de autoayuda.

Esa losa es, precisamente, la que puede desembocar en inseguridades y patologías a las que trata de dar respuesta en su último trabajo, donde deja a un lado la psicología del pensamiento para pasar a la conductual, con una terapia de exposición diseñada para «vencer al miedo desbocado; el que atrapa y no deja pensar».

El experto ha arrancado el encuentro preguntando a los asistentes sobre sus conocimientos acerca de los ataques de pánico o los trastornos obsesivos compulsivos (TOC) , que han aumentado exponencialmente en la última década y en mayor medida a consecuencia de la crisis sanitaria.

Ha relatado su experiencia con algunos pacientes que padecían hasta cinco ataques de pánico diarios, que incluso llegaron a derivar en agorafobia -miedo a salir de casa-, y ha descrito la infinita variedad de TOCs a los que se ha enfrentado como psicólogo y que pueden llevar a quienes los padecen a quedar invadidos hasta el 90% de su tiempo diario por un «pensamiento amenaza» . Precisamente, los casos reales y testimonios de sus pacientes le ayudan a transmitir un mensaje diáfano. Que todos estos trastornos tienen solución con la ayuda precisa.

En su receta, toma especial relevancia la que el experto denomina «metáfora de la cloaca» . «En nuestra mente hay una función de desensibilización neuronal. Si empezásemos a trabajar en una cloaca, el primer día querríamos vomitar, pero al cabo de un mes ya no nos afectaría la peste», ha sostenido, «con el miedo ocurre lo mismo, por eso es tan importante una exposición sistemática e intensa a esos temores , para que la mente desista y el método funcione». Un proceso, que Santandreu ha trasladado al primer contacto con el alcohol o el tabaco, «que siempre es asqueroso» o incluso con el holocausto, apuntando a esa «desensibilización» de los nazis ante el crimen y el horror.

El abuso de los ansiolíticos en España o el origen mental de problemas como las migrañas han sido otros de los temas que han centrado el coloquio. «La mayor parte de ellas, como dicen muchos neurólogos y mi propia experiencia, son un fenómeno mental, aunque este es un asunto controvertido. En primer lugar, porque las migrañas parecen una enfermedad física, pero no hay que olvidar que el dolor psicosomático producido por la mente es igual o peor que el físico », ha subrayado antes de recordar que se ha comprobado el origen psicosomático también en casos de ceguera y hasta «del 50% de los dolores de espalda».

El éxito en ventas de sus manuales de autoayuda y su destacada presencia en las redes sociales ha animado a gran parte del público a acudir hasta el salón de actos de Unicaja en la plaza de la Marina para el coloquio, que derivó en una suerte de consulta improvisada. Algunos de los asistentes han narrado sus experiencias con trastornos relacionados, principalmente, con la ansiedad, los ataques de pánico o la depresión. Relatos íntimos que han ayudado a poner cara un problema que hasta ahora subyacía por la falta de divulgación e integración en el debate público y que la pandemia ha sacado del cajón para abordarlo sin ambages.

Rafael Santandreu ha animado a todos ellos a perseverar en ese «viaje al infierno» que supone vencer al miedo del que derivan estas patologías, y dejarse invadir por él hasta «demostrar a la mente» que pueden seguir con sus vidas. Ese fue el caso de María José, una de sus pacientes que -según ha explicado el psicólogo, «volvió a nacer» tras 30 años lidiando con ataques de ansiedad y tomando 7 u 8 ansiolíticos cada día.