Psicología
Rafael Santandreu: «El miedo es una tómbola macabra que aparece sin causa y se va con esfuerzo»
Psicólogo y superventas, presenta en el Aula de Cultura su nuevo libro, ‘Sin miedo’, el 9 de febrero
Una biografía que circula por ahí augura el perfil de un tipo particular: «Imparte docencia a médicos y psicólogos, y a Paz Padilla». Lo cierto es que el lenguaje sencillo que utiliza Rafael Santandreu, especializado en los libros de autoayuda, ha atrapado a miles de ... lectores. Psicólogo y superventas, nos ha hablado de la felicidad viviendo en un vertedero en alguna de sus publicaciones. Su última entrega, que cuando redacto este texto ha alcanzado ya la tercera edición, se titula ‘Sin miedo’ . En ella plantea un «método comprobado para superar la ansiedad, las obsesiones, la hipocondría y cualquier temor irracional». El miércoles 9 de febrero tendrá ocasión de compartirlo con los interesados en el Aula de Cultura, a las 19.30 horas en la sede de la Fundación Cajasol.
Y qué es el miedo, le pregunto, mientras él, desde el vagón de un tren, comparte una fotografía por correo en la que empuña una espada y porta un yelmo.
Soy yo en plan conquistador, en referencia a que podemos conquistar nuestra mente. El miedo, decía, es un maravilloso mecanismo de defensa. Nos intenta proteger de peligros. A veces esta alarma se descompensa y hay que recalibrarla. Cuando está desequilibrado produce síntomas físicos como dolores, mareos, pensamientos en bucle, terror…, y puede aparecer sin causa: como una tómbola macabra. Recalibrar es muy duro, pero todos lo que lo hacen adquieren un amor por la vida acentuado.
¿Cuáles son los más comunes?
El miedo a la soledad es un miedo muy extendido. Cuando, en realidad, la soledad no existe. El mundo está lleno de gente y estás a tan solo un paso de hacer maravillosos amigos, amantes o lo que quieras. La soledad solo está en tu mente. Otro miedo común es a darle vueltas al interior de la mente. Eso muestra una inseguridad de base.
«El miedo más común es a la soledad. El más insólito que he tratado, a sus propias heces al defecar»
¿Y el más insólito que se ha encontrado?
El de una paciente que temía contaminarse con sus propias heces al defecar. Aguantaba cuatro o cinco días hasta que no podía más. Luego era un drama hacerlo. Se pasaba una hora en la ducha limpiándose. Ahora se ríe.
La clave de todo, asegura, está en el mecanismo de la neura. Saber identificarlo. Reconocerlo. Luchar. También menciona la fe en su método.
El miedo es un círculo vicioso que se retroalimenta. Hay que perder entonces el miedo al miedo. Experimentar todas esas sensaciones desde la calma. Te tienes que exponer. Bajar a los infiernos de forma voluntaria y quedarte allí, aunque tu mente proteste como una loca. La fe laica, no religiosa, consiste en hacer algo hasta el final aunque no sepas si va funcionar o no. Es muy importante.
A cuántos, en consulta, mandó para casa con un lacónico «Esto no es nada».
Eso no ocurre casi nunca.
La pandemia ha llevado al debate público la salud mental. ¿Cómo está España con respecto a otros países?
En comparación con otros, no estamos tan mal. Más que compararnos, debemos seguir trabajando.
¿Cómo nos ha afectado la pandemia?
Para quienes no estaban fuertes a nivel emocional ha supuesto la gota que colma el vaso. Antes de la pandemia, ya teníamos mucho trastorno emocional. Prácticamente, un 20% de las personas no estaban bien. Cada vez tenemos más autoexigencia y eso hace la vida muy difícil. Compara las demandas personales del hombre de hoy con las de nuestros abuelos: delgados, en forma, con estudios, grandes trabajos, casas hermosas, vacaciones gloriosas… ¡Y cuidado si fallas en una sola cosa! Entonces, te consideras un fracasado, ¡un friki!
Un patrón común en los casos que recoge es la medicación excesiva.
Es un problema generalizado que solo se está empezando a resolver en algunos países punteros como Reino Unido, Alemania y Estados Unidos. En esos países, las guías médicas desaconsejan ya los ansiolíticos como primer tratamiento de elección para estos problemas. Son una gran ayuda, pero se está abusando. Por una parte, tranquilizan. Por otra, confirman a la mente que hay un peligro. Crean adicción. Y hay otros caminos más eficaces.
«El 20% de las personas no estaban bien antes de la pandemia. Lo que ha ocurrido ha sido la gota que ha colmado el vaso»
¿En cuántos pacientes funcionó el método que describe paso a paso en este libro?
El 80% de nuestros pacientes mejoran, como mínimo, en un 80%. Muchísimos, al 100% y sin medicación. Subo los casos a mi canal de Youtube.
Ha vendido miles de libros. ¿Conoce a sus lectores? ¿Gente con problemas o simples curiosos? Es que ha vendido miles. ¿Cómo diferenciar a los falsos gurús? Hay publicaciones populares que se contraargumentan.
Me leen afectados de un miedo agudo y otros que solo quieren aprender sobre el funcionamiento de la mente. En psicología, como en medicina, abundan presuntos iluminados. La terapia cognitivo-conductual está demostrada con cientos de estudios de eficacia.
Una cita de Pema Chödrön, a quien tanto referencia, para despedir esta entrevista.
«El valiente no es quien no conoce el temor; todo lo contrario: es quien ha intimado con él».
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