Okupas obligan a cerrar una piscina comunitaria en Málaga: invitaban a amigos y familiares

Tal como recoge 'El Confidencial', los vecinos indican el inicio de todo: «La gran llegada se produjo a raíz de la pandemia del covid», y añaden que el 'efecto llamada' hizo que los intentos de entrar a las viviendas vacías sin autorización de la ley no hayan parado desde entonces.

Además de la inseguridad que provoca el propio hecho de tener vecinos que viven de manera ilegal en tu propio edificio, en los últimos días se vivió una situación que fue la gota que colmó el vaso en esta urbanización. Los vecinos cuentan con una piscina en sus intalaciones, la cual llevaba unos años cerrada por razones económicas y, este año, apostaron por invertir en ello para poder abrirla y disfrutar de ella en verano. Pero todo se torció por las personas que okupan las viviendas del lugar.

«Al día siguiente de estar en condiciones óptimas para el baño, la piscina se llenó de okupas y gente que no era de la urbanización a la que habían invitado. Tenemos vídeos en los que se ven a 20 o 30 niños de fuera, mujeres bañándose completamente vestidas, con el niqab», explican los residentes legales según el medio citado anteriormente. Pero la situación empeoró: «Reventaron las cerraduras de seguridad de las puertas y, cuando pusimos cadenas para cerrarlas, directamente arrancaron la valla para colarse por debajo», lo que hizo que, a la semana, tuvieran que dar por cancelado el disfrutar de su piscina, por la que, addemás, se habían gastado el dinero.

Estos sucesos hicieron que los vecinos acudiesen a las autoridades pero, al principio, no recibieron atención: «Cuando vimos a toda la gente en el agua, llamamos a la Policía Local. Nos respondieron que no podían venir porque había un incendio, pero también nos dijeron que eso era un problema de seguridad privada en el que no podían entrar. Y nos echaron la culpa de que se estuviesen colando porque las cerraduras y las vallas estaban rotas», cuenta a 'El Confidencial'.

Tiempo más tarde, en junio, los vecinos también quisieron comunicar el peligro que existía de que algún menor o cualquier persona se pudiera ahogar en el agua ante el uso de una piscina que estaba cerrada y sin servicio de socorristas, pidiendo explicaciones sobre por qué no acudían agentes.

Con un nuevo escrito ya en este mes de agosto, ante el conocimiento de altercados violentos e investigación por tráfico de drogas, sumado a un posible tiroteo entre okupas y «un clan», según los vecinos, la Guardia Civil y la Policía Local finalmente pusieron en marcha un operativo que permitió recuperar algunas de las viviendas okupadas en Royal Manilva.

Esto fue en respuesta a un mandamiento judicial del Juzgado de Instrucción número 1 de Estepona y habría tenido lugar este miércoles, 21 de agosto, cuando se produjo la actuación de los agentes, en colaboración también con el Instituto Armado, Hidralia, Endesa y el Ayuntamiento. En total se han desalojado unos 30 inmuebles de la urbanicación, pero no se ha terminado la intervención. Según fuentes del medio indicado, la mayoría de personas aceptaron abandonar las casas voluntariamente por lo que la operación se realizó sin incidentes. La única excepción fue la presencia de un perro agresivo y una mujer que decía vivir con cuatro menores, situación que fue desmentida y cuyo caso se derivó a los servicios sociales de la Junta de Andalucía.