Un Policía Nacional explica cómo actúan los okupas para que no les afecte la ley: «Algo falla cuando...»

Esta realidad existente en España pasa porque muchos propietarios tengan el temor de que se vayan de casa unos días y esta sea okupada, o en otros casos se inquietan ante la posibilidad de que su vivienda de vacaciones, en la que no suelen vivir habitualmente, se okupe al abandonarla hasta la siguiente visita.

Sobre este tema han conversado el conocido creador de contenido Jordi Wild y Eduardo Riego, Policía Nacional, en la sección de entrevistas que el catalán hace a través de su canal de Youtube. Entre otras cosas, han hablado de cómo se mueven las personas que entran en casas que no son suyas para habitarlas y los métodos que usan para intentar que no les afecte la ley.

Así, Wild, empieza exponiendo: «Hay gente que tiene miedo de que, si se va un fin de semana o una semana de vacaciones, le entren y se queden con la casa. O sea, ¿hasta qué punto es así? ¿Cómo funciona el tema de las okupaciones? Si yo tengo mi casa y me entran y no tengo alarma, no se ha enterado y yo vuelvo una semana después ¿he perdido mi casa?»

«No...No es así. Si es tu casa y constituye tu morada, es decir, tú tienes ahí una intimidad, si la persona entra está cometiendo un delito y se le puede sacar. Los okupas normalmente no son tontos y lo que hacen es meterse en casas o que son de banco, que no constituyen morada, o luego, a ver, hay muchos casos de okupas que a lo mejor simplemente deja de pagar el alquiler y al final acaba siendo un okupa, pero es otro tipo de okupa. Pero los okupas que entran intentan entrar en casas que no constituyan morada porque saben que si no la constituyen es un delito leve y entonces no se le puede detener en principio». explica el Policía.

Ante esta explicación el entrevistador le consulta la duda de que si una segunda o tercera residencia consituye o no morada y el funcionario le responde que también se incluiría como tal. También entra a especificar un caso en el que alguien se da cuenta a los siete meses de que le han okupado, por ejemplo, una segunda residencia en la que no suele vivir. Aquí el Policía cuenta que sería un caso distinto porque esas personas que han okupado la vivienda también han establecido una morada allí, por lo que echarles sería vulnerar su intimidad, «habría que hacer unas diligencias y no sería tan fácil como pegar una patada a la puerta y sacarlos».

Atendiendo a la opinión personal del Pòlicía, por la que pregunta Jorde Wild: «Algo falla cuando tiene que haber empresas privadas haciendo desokupaciones, algo falla. Porque la administración tiene herramientas suficientes, hay policías suficientes, al final son delitos de oficio para que de esto se encarguen empresas públicas y que la Policía pueda hacer lo mismo que hace una empresa privada. Cuando hay empresas privadas que les va bien y hacen el trabajo que la Policía a veces no podemos hacer, algo no está bien». Añade que, a su parecer habría que mirar esos «vacíos legales» y darles solución, además de poder prevenirlo. «Lo ves y es un poco una injusticia» sentencia.

Además señala que no hay solo personas que okupan por necesidad, sino que hay un «gran negocio montado» de okupaciones que venden llaves y dan dinero para ir de un sitio a otro, tildándolo de «economía sumergida» y de un problema que cree que se puede solucionar por parte del estado, aunque sea complicado.