La venta de vivienda en Córdoba resiste al alza, con un aumento del 6,4% hasta agosto

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Baltasar López

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Antes de bajar al detalle de los guarismos, hay que exponer dos temas importantes. Una es que el INE acaba de facilitar las inscripciones en el Registro de la Propiedad de agosto, pero hay operaciones materializadas en meses anteriores, con el acuerdo previo entre partes y el paso por el notario. Esto supone que la desaceleración del mercado inmobiliario se pueda reflejar diluida.

El otro elemento a valorar es que los guarismos de 2023 se miden con los de un 2022 magnífico. El pasado ejercicio, encontraron comprador 8.456 viviendas. Para hallar un número mayor, hay que ir a 2007 -cuando la burbuja del ladrillo empezaba a desinflarse-. En ese año, fueron 11.015.

En el presente ejercicio, hasta agosto, se comercializaron con éxito en la provincia 6.035 hogares, cuando en idéntico periodo de 2022 fueron 5.672. Son 363 más (+6,4%). Ese dato contrasta con el del conjunto de España, donde el descenso fue del 6,5%.

Este crecimiento tiene un pilar básico: el buen comportamiento de las operaciones en el segmento de los pisos a estrenar. En los ocho primeros meses, se comercializaron con éxito 1.237 viviendas de este tipo. Son 340 más que 365 días antes, con lo que el crecimiento es del 37,9%.

Estas viviendas suelen ir dirigidas a un potencial comprador de mayor nivel adquisitivo que el de los hogares usados, que resiste mejor coyunturas adversas como la actual, con la citada subida de tipos o la desaceleración económica.

Por el contrario, el subsector de los pisos de segunda mano sí da muestras de ralentización de su dinamismo. El número de ventas se situó de enero a agosto en 4.798. Se trata de una cifra que refleja un estanamiento. Son únicamente 23 más que en idéntico lapso temporal de 2022, con lo que el aumento es del 0,5%.