PASAR EL RATO

Seres superiores

Los independentistas catalanes merecen un trato diferenciado y mejor, no son iguales a los demás hombres

El presidente de Cataluña durante una reciente comparecencia EP

Los catalanes independentistas son superiores a los catalanes no independentistas y al resto de los españoles . Por esa razón merecen un trato diferenciado y mejor . No son iguales a los demás hombres. Nadie nacido de ... mujer puede compararse con ellos. Todo en esa raza exuda perfección, desde su iglesia hasta sus hemorroides. En lo dicho se resume el ideario nacionalista de la republiqueta, y sus leyes y sus dioses y sus libros y la psicopatología de su vida cotidiana no son más que el desarrollo de la anterior gilipollez. El reconocimiento legal de la singularidad lleva implícito el otorgamiento de ventajas. ¿Es genéticamente inferior y menos evolucionado un vinatero de Alfaro que un fabricante de tejidos de Sabadell? ¿Y en qué se fundamenta y en qué se nota esa diferencia biológica? Parece fuera de duda que el Sr. Torra , presidente de la republiqueta, es distinto de la mayoría de los españoles . Torra es inequívocamente más tonto . La semana pasada se reunieron en el Congreso de los Diputados subalternos del PSOE con subalternos de ERC, el partido de la superioridad racial catalana. La prensa pudo fotografiarlos. Bastaba ver a Rufián, después de haberle oído, y recordar a Junqueras o a Puigdemont para entender el mito del superhombre.

Como los catalanes españoles no tienen perdón de Dios , porque no son pueblo de Dios, es una pérdida de tiempo dedicarles atención pastoral . Hay que dejarlos que sigan su camino hacia el infierno. Si un padre no ama por igual a todos sus hijos, según la interpretación episcopal vasca y catalana del evangelio, entonces resulta comprensible que los hijos a quienes no alcanza la estimación del patriarca sientan desprecio por él. Es lo que coloquialmente se conoce como cagarse en su padre, y aquí no resulta inapropiada la expresión ni contraviene las reglas del estilo literario. Véase Quevedo. Dios no ha de pedir cuentas por eso, ya que se trata de un caso de reciprocidad en el desamor. Los obispos catalanes distinguen entre independentistas y no independentistas . Pero lo que distingue a un obispo del presidente de la Generalidad es la compasión, el amor al prójimo. ¿No se dan cuenta de que proclamarse español en Cataluña está castigado legal y socialmente? Si los obispos catalanes ajustaran su conducta al mandato evangélico , deberían ocuparse especialmente de los más desfavorecidos , que son los no independentistas . Si la Iglesia no es compasiva, misericordiosa, amorosa, ¿para qué sirve, qué falta nos hace? Esos obispos dedican más tiempo a hablar de política que de Dios. Pierden la perspectiva religiosa y se pasan a la política. Y cuando los obispos se pasan a la política , descuidan la religión , que debería ser lo suyo, descuidan a aquellos que no coinciden con sus puntos de vista políticos. Los puntos de vista políticos de un obispo no constituyen verdades que haya que creer. Tampoco los del Papa. En no pocos casos, son vulgares necedades, incluso expresadas neciamente.

Rajoy terminó su vida política en una taberna , conviene no olvidarlo . Desde entonces, la derecha, encogida y humillada , trata de empinarse parlamentariamente en toda la altivez de su minoría absoluta. Y creyendo que alguna vez volverá al ring , se entrena haciendo guantes con sus sombras. «Luz, más luz», piden los españoles, como Goethe en su agonía. Pero a la derecha se le ha agotado la batería , y Sánchez avanza deslumbrando con sus televisiones bochornosas. Vendrá el desastre y tendrá sus ojos, ocultos por las gafas de sol.

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