Los pasos perdidos de José Morilla en Córdoba

Un rastro que se corta abruptamente a las 13.13 del viernes 21 de agosto, algo menos de dos horas después de que José Morilla abandonara su casa para recoger unos resultados en su c entro médico habitual . Aquella mañana de viernes, su esposa, con la que vivía solo, termina de organizar los preparativos para una escapada junto a José y su hija Chelo. La familia va a pasar una semana en el chalé de un familiar, una excusa para «cambiar de aire» en medio de la pandemia del Covid-19, que ha mantenido encerrados en su hogar a esta pareja de ancianos durante los últimos seis meses.

Esta es, según la familia, la explicación más factible de la desaparición de José. Una profunda desorientación después de medio año sin salir de su hogar, nada más que para comprar alguna vez tabaco en el estanco de enfrente de casa. Un razonamiento factible teniendo en cuenta que cuando José sale de su casa a las 11.30 de la mañana ya pone rumbo en dirección contraria a su destino original: la consulta al médico en la avenida de América.

Por el contrario, el anciano se dirige dirección norte. A la altura del restaurante El Globo -en la avenida de El Brillante-, y sólo 30 minutos después de su salida, José recurre a una mujer para que le ayude a orientarse. Esta persona, al desconocer el centro médico al que hace referencia el desaparecido, le indica cómo llegar al centro de salud más cercano, el del barrio de Santa Rosa . De camino a su nuevo destino, José Morilla topa con un centro de fisoterapia, la clínica Vitality, donde accede en busca de más señas. Allí, una empleada del establecimiento, al ser consciente de que el hombre ha perdido el rumbo de su travesía, le indica amablamente que regrese a su casa junto a su mujer y desde allí reemprenda la marcha. Sin embargo, en el camino de vuelta al hogar, José vuelve a desorientarse una vez más. De esta manera, las cámaras le sitúan por última vez frente a la agencia de seguros de Cronista Salcedio Hierro -en paralelo al Vial-, por donde José Morilla cruza a las 13.13 del viernes 21 de agosto sin volver a dejar rastro.

A partir de este momento comienza una intensa labor de búsqueda por parte de la familia y amigos de José. En el primer fin de semana son numerosas las zonas peinadas de la ciudad, entre ellas el barrio de Fátima y la zona de Trassierra , siguiendo el testimonio de personas que aseguran haber visto a un hombre que responde a la descripción de José.

A comienzos de la semana pasada, el Servicio de Emergencias 112 establece un puesto de mando que, bajo coordinación de la Policía Nacional , moviliza a decenas de efectivos de las fuerzas de seguridad y del orden e incluso tres helicópteros para cooperar en la búsqueda. Sin embargo, las altas temperaturas obligan a suspender la labor de los voluntarios a finales de semana mientras siguen sin aparecer nuevos indicios.

Una decisión que lleva a la Policía a suspender el Puesto de Mando Avanzado (PMA) durante el fin de semana y centrar sus esfuerzos en analizar los datos e imágenes recabados durante la semana para reorientar la búsqueda de manera «más efectiva». El retorno a la actividad se producirá hoy. A las 8.30 de la mañana, el Puesto de Mando Avanzado se instalará en la Plaza Escultor García Rueda, en el barrio de la Fuensant a , bajo la coordinación de la Policía Nacional y el 112. Una nueva oportunidad para una búsqueda que, hasta el momento, no ha producido resultados.

La familia, mientras tanto, permanece aferrada al descubrimiento de nuevos indicios por parte de la investigación policial que permitan avanzar en el rastreo de José y permitan reconstruir los pasos del anciano. «Nos quedamos en el viernes a la una y cuarto, ya no sabemos nada más», lamenta su hija Chelo, que agradece la predisposición de los voluntarios y recuerda que cualquier pista puede comunicarse a la Policía Nacional en el 091 o en el 112.

Hoy prosiguen las tareas de búsqueda del desaparecido, que se reanudarán en el entorno de la avenida Cervantes de la capital.