Cronología de una desaparición en Córdoba: «No vamos a parar, hay que seguir buscando»

« No era un camino que él hiciera habitualmente pero sí que lo había recorrido en varias ocasiones», ha explicado a ABC María, nieta de Morilla, quien pensaba que su abuelo se podía haber desorientado porque « llevaba seis meses sin salir de casa por el tema del Covid». Igual que ella pensaba José Antonio, también nieto del desaparecido, que ha añadido que « no se desorientaba con facilidad , lo típico en una persona mayor como él, pero nada más».

Ambos participaron el pasado domingo , primer día de búsqueda organizada aunque aún sin la participación activa de la policía, en las labores de rastreo de la zona de Fátima , adonde se dirigieron los familiares y conocidos de Morilla ante el temor de que estuviera allí. Habían recibido la alerta de un hombre que creía haberle visto , pero todo resultó una falsa alarma. Necesitaban ayuda, y a pesar de que estaban «en continuo contacto con la policía», dijo Chelo, hija del desaparecido, no era suficiente .

Y eso es lo que sucedió el lunes , cuando el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA 112) montó por primera vez el Puesto de Mando Avanzado en Trassierra , y a la búsqueda se unieron miembros de la Policía Nacional, Policía Autonómica, Guardia Civil, Protección Civil, Medio Ambiente y decenas de voluntarios. Además, los bomberos registraron el Guadalquivir , pero no encontraron nada.

Por si la magnitud del dispositivo no hubiera sido suficientemente grande el día anterior, el martes se sumaron a la búsqueda más de cien voluntarios que batieron los alrededores del barrio de Fátima. Ya lo habían hecho anteriormente los amigos y familiares de José Morilla, pero no con tanta organización ni con semejante despliegue. Sin embargo, el resultado fue el mismo que el de todas las jornadas anteriores. Ni rastro del desaparecido .

Nuevo día y nueva ubicación del Puesto de Mando Avanzado, es lo que debieron pensar en el GREA 112, quienes junto con la Policía Nacional determinaron que el miércoles los grupos de búsqueda iban a rastrear El Patriarca , al norte de la capital. No obstante, las batidas por la zona terminaron antes de las 14.00 horas y fue cuando la Policía Nacional optó por cambiar radicalmente de métodos y se trasladó de nuevo al centro de Córdoba .

Concretamente se dirigieron al barrio de Colón, donde entraron a los edificios de la zona para registrar los bajos y trasteros ante la sospecha de que José Morilla «se hubiera podido quedar atrapado en uno de ellos», indicaron fuentes del cuerpo de seguridad. Durante la tarde del miércoles y la mañana del jueves se sucedieron las llamadas de los agentes a los telefonillos de los vecinos solicitándoles entrar a los inmuebles a registrar las zonas comunes . No sirvió de nada, Morilla seguía sin aparecer.

Durante el jueves también llegaron más refuerzos procedentes de Sevilla, esta vez en forma de animales de cuatro patas. Se trataban de varias unidades caninas y de caballería que se encargaron de registrar a lo largo de la jornada las orillas del Guadalquivir.

Así es como se llegó al viernes 28 de agosto, séptima jornada desde la desaparición de José Morilla, en la que se decidió dar descanso a los voluntarios y que fueran las fuerzas de seguridad del Estado y los bomberos los que llevasen el peso de las pesquisas. En concreto, l as labores se centraron en el río .

Los familiares y conocidos de Morilla tampoco participaron este viernes en la búsqueda por primer día desde la desaparición. Fue un día para pensar. No sabían cuál era el siguiente paso a dar ni dónde se iba a producir. Todo dependía de las conclusiones que sacara la policía durante sus labores de búsqueda. Eso sí, el objetivo lo tienen claro, y tal y como afirmó Chelo a ABC: « No vamos a parar, vamos a seguir buscando ».