El Festival de los Patios de Córdoba arranca hoy su cita más extraordinaria: recuperar mayo en otoño

El sol inclemente del verano achicharró las brácteas de las buganvillas y abrasó en sus macetas a muchas plantas que no sobrevivieron a este año marcado por el mal fario. Ahora la luz es parecida, pero no es creciente, como la luna cuando los cuernos miran a la izquierda, sino menguante, y la voluntad de los propietarios y las ganas de quienes estos días irán de visita no podrán hacer más milagros que disfrutar del paseo y mirar a las flores que sí que han decidido esperar al otoño para aparecer una paleta de colores quizá más modesta, pero con el sabor de un pequeño desquite.

Cinco meses después de la fecha en que tenían que haberse abierto , Córdoba se encuentra con sus patios, su fiesta más personal , en algo que es más que una revancha del Mayo festivo que no pudo ser. Es una llamada a una cierta normalidad, aunque sea en otoño y con muchas condiciones y medidas, y una recuperación de esa ocupación pacífica de las calles y plazas de la ciudad vieja que nunca el resto del año lucen tan llenas y pletóricas como en esos días, aunque ahora sean diferentes.

Desde esta mañana , los Patios de Córdoba están abiertos . Se podrá acceder de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.30 horas , que en los viernes y sábados serán las 21.00. Los horarios son algo más cortos y también los días del festival, en que p articipan 51 patios, uno más que en 2019 , la última edición en mayo. Los visitantes podrán patearse la ciudad como quieran, pero la organización del certamen ha vuelto a distribuir los patios en seis rutas por proximidad geográfica: San Basilio, Regina-Realejo, Santa Marina-San Agustín, San Lorenzo, San Pedro-Santiago y Judería-San Francisco.

Existen algunas diferencias con respecto al mes de mayo . La de otoño será una convocatoria no competitiva. Es decir, no habrá premios como en el concurso «normal». Los propietarios de los recintos sí podrán percibir el accésit de participación. Se trata de una cantidad a fondo perdido que paga el Ayuntamiento de Córdoba con el objetivo de contribuir a los costes de mantenimiento de la casa durante todo el año. En parte, el festival de otoño obedece a esa realidad. Si este año no había concurso o certamen, los dueños de las casas patio no tendrían acceso a unas cantidades que son claves para que los cuidadores puedan hacer frente a los gastos que genera un patio como está mandado.

Cuando abran los Patios se sabrá cómo son las flores que han sobrevivido o si es el verde latente el único color que sigue en pie; se verán tal vez las naranjas y limones a punto de caer de los árboles y sobre todo se sabrá cómo hay que entrar. El Covid-19 obliga a mantener distancias y también a que el aforo de cada recinto sea menor . Para eso están los controladores , que este año sumarán a su tarea habitual de cada año el tener que vigilar que no se sobrepase el aforo máximo. ¿Supondrá eso que habrá más colas, cuando en algunos fines de semana son más multitudinarias?

Algunos patios tendrán problemas de acceso, pero la respuesta es una incógnita. No habrá los mismos visitantes de fuera que en mayo de cualquier año en circunstancias normales, porque el turimo se ha desplomado con los efectos del coronavirus y el miedo al contagio. La mayor parte de los visitantes serán cordobeses , y todavía está por ver la respuesta de los ciudadanos a una fiesta que sienten como suya, pero que tienen que vivir con distancia, aforos y unas circunstancias muy distintas a la habituales. Los propietarios ya han pasado por las pruebas con resultado de ningún caso positivo y pronto lo harán también los controladores.

Para controlar el equilibrio entre la visita a los patios y la seguridad que evita el contagio del Covid-19, habrá en la zona del Alcázar Viejo sensores y cámaras que ofrecerán datos , y en algunas ocasiones también drones que sobrevolarán y transmitirán información sobre el número de personas y la distancia entre ellos. Por el momento es una experiencia piloto, pero pertenece al futuro de la fiesta en los próximos años.

Lo demás será el disfrute de la ciudad en una época excepcional que no es de primavera, pero sí dará el lujo de un clima suave. Para los próximos días no hay riesgo de lluvia y la temperatura estará entre los 14 y los 32 grados.