El caso S’cándalo

El S’cándalo es uno de esos lugares de Córdoba que no necesita presentación. Abierto durante la década de los noventa, fue pionero en los negocios donde se ofrece prostitución en gran formato. A principio de la década pasada, la Policía realizó varias actuaciones en sus instalaciones , una de las cuales tuvo el refrendo directo del entonces director general de la Policía, Juan Cotino, posteriormente investigado en la trama corrupta Gürtel. La realidad es que al día siguiente de cada operación policial -en ese club de alterne como en cualquier otro- la actividad se retoma dejando atrás más ruido mediático que otra cosa . La Fiscalía de Málaga ha estimado que entre 1995 y 2009 el negocio generó unos 18 millones de euros que se gestionaban mediante sociedades pantalla.

La propiedad del prostíbulo nunca se tapó del todo. El 15 de febrero de 2002, ABC publicó un reportaje de Pablo M. Díez, hoy corresponsal del periódico en Asia, donde el que se presentaba como dueño, Alberto Bellido, afirmaba que el establecimiento era un hotel que no preguntaba a nadie lo que hacía en las habitaciones . Aún hoy se publicita bajo ese formato y hasta dispone de promociones. Regala 15 días gratis de habitación a las «nuevas huéspedes» . Se trata de la apariencia que llevan años usando los locales de sexo que se venden como negocios de hospedaje para intentar eludir la acción penal. La Fiscalía de Málaga está intentando desmontar esa cortina con una serie de datos incluidos en el informe del caso. Asegura, por ejemplo, que las mujeres pagaban la habitación la ocuparan o no, tenían que ofrecer sus servicios sexuales durante jornadas de doce horas , pagar el reconocimiento médico correspondiente y seguir una serie de directrices como rotaciones obligatorias por los negocios de la empresa o la pérdida de «la plaza» en caso de faltar tres días seguidos.

La prostitución tiene un debate abierto entre prohibición y regulación que es expresamente eludido por las instituciones públicas. Ofrecer servicios sexuales no es un delito ni está prohibido a día de hoy. El proxenetismo sí pero solo cuando se producen abusos tras la última reforma del Código Penal. Pero las luces de colores ofrecen una gran gama de sombras que permiten que la actividad se lleve a cabo, prácticamente, a la luz del día. Un juicio de estas características -con este número de acusados y con esta cantidad de años de prisión en juego- tiene la consideración de aviso a navegantes o, en este caso, propietarios de hoteles que no preguntan qué se hace en las habitaciones.