Semana Santa de Córdoba 2018: El Martes Santo reescribe su historia

Fin a la «Agonía» en Soledad

Desde este Martes Santo, el Cristo de la Agonía ya no volverá a caminar solo. Tras años portando sólo un paso, la hermandad del Naranjo presentó esta jornada un cortejo formado por más de 250 nazarenos que no quisieron perderse este día histórico para la corporación. Con algo de incertidumbre por un nuevo error en los itinerarios oficiales, centenares de personas esperaban la salida del Crucificado, que se llevó a cabo a las 18.10 horas.

Acompañado por su la banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora de la Salud , el misterio con el Señor del Naranjo avanzaba por el Patio de los Naranjos bajo un sol de justicia, que realzaba el exorno floral compuesto por alelíes, minicalas, lirios, azahar y tulipanes. Asimismo, el Crucificado del Naranjo fue el primero en pasar por la carrera oficial, y de nuevo por la Catedral, antes de iniciar su camino de regreso hacia su barrio.

Sueño de una tarde de primavera

La espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. Nuestra Señora de la Salud ya forma parte de la historia de la Semana Santa de Córdoba tras el capítulo firmado en la tarde de este Martes Santo para el recuerdo. Sorprendentemente, la primera composición escogida por la hermandad del Naranjo para la primera «chicotá» oficial de la Dolorosa fue con las notas del Himno de Andalucía , con el consecuente aplauso unánime de un abarrotado Patio de los Naranjos. Además, este primer esfuerzo de los costaleros tuvo una dedicatoria especial para el pequeño Gabriel .

Lágrimas de emoción, vítores y gritos de «guapa» protagonizaron los primeros minutos de la estación de penitencia de la Virgen de la Salud, que abandonaba entre aplausos el primer templo de la Diócesis para, poco después, hacer su primera entrada en la carrera oficial. Para este momento, el palio estrenaba la bambalina frontal bordada en oro por Jesús Rosado según diseño de Julio Ferreira, juego de jarras y violeteros obra de Manuel Valera según diseño de Julio Ferreira, toca de sobremanto bordada en oro por Francisco Mira según diseño de Julio Ferreira y el llamador del paso de palio, obra de Rafael Rubio Valverde según diseño también de Ferreira.

En cuanto al exorno floral para este día tan especial, la corporación optó por rosas de varios tipos, mini calas y dendobrium. Además, como acción de gracias por esta primera estación de penitencia, la cofradía ha realizado diversas obra de caridad como becas al seminario, ayudas para la escuela de pacientes oncológicos «Rose Project» o el proyecto de pastoral sanitaria “+Salud”.

A imagen y semejanza

Es el contrapunto del Martes Santo . La solemnidad y el recogimiento que pone el contraste al carácter más jovial del resto de hermandades que procesionan en la tercera jornada de la Semana Santa de Córdoba. La hermandad Universitaria fue una de las encargadas de dar el pistolezado de salida a este martes desde la iglesia del Juramento de San Rafael. A plena luz del día. la muchedumbre que esperaba en la plaza pudo observar con todo detalle el realismo del Crucificado de Miñarro , a imagen y semejanza de la Sábana Santa .

Escoltado por los cuatro hachones de cirios tinieblas y elevado sobre un calvario rocoso, el Cristo de la Universidad impuso el silencio por el barrio de San Pedro hasta su llegada a la Cruz del Rastro. Minutos más tarde, a su salida del Arco de las Bendiciones, el Crucificado dejaba una de las estampas más hermosas del día a la caída de la tarde con el cielo azul raso.

La eterna sencillez

Con un cortejo poco amplio, pero muy original gracias a los inusuales hábitos de los nazarenos, la hermandad Universitaria ponía en la calle a su segunda imagen titular, Nuestra Señora de la Presentación . Adornada con pequeños ramilletes florales en tonos morados, la Dolorosa universitaria lucía su habitual tocado enlutado por la muerte de su Hijo en la cruz.

Aunque la blancura de su bello rostro brillaba con la luz del día, fue en la oscuridad de la noche cuando la Virgen de la Presentación lograba encoger los corazones. Y es que, la falta de viento en la jornada del Martes Santo, permitió que el pequeño paso de la Dolorosa pudiera lucir todos los candelabros encendidos. Con un silencio sepulcral en el Patio de los Naranjos, la titular universitaria abandonaba la Catedral pasadas las nueve de la noche de regreso a su templo .

Nazareno del Císter

A pesar de su juventud, el Martes Santo es uno de los días más consolidados de la Semana Santa de Córdoba. Una consolidación que se debe, en buena parte, a hermandades como la del Císter , que mantienen un sello de identidad propio que no se desvirtúa con el paso de los años. Un sabor lleno de clasicismo que llega desde la bucólica Plaza de Capuchinos con la cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Sangre y Nuestra Señora de los Ángeles .

Como si de un milagro se tratase, el grandioso misterio de Señor de la Sangre, vestido con la túnica morada y bordada , logró salir del estrecho cocherón de Capuchinos para iniciar su camino hacia la carrera oficial. Tras unos primeros compases disfrutando de las notas musicales de la banda de cornetas y tambores de San Juan Evangelista (Triana) , el paso dorado aceleró el ritmo por la calle San Fernando para cumplir con los horarios oficiales previstos. En esta ocasión, el paso del Señor de la Sangre iba adornado con claveles rojos.

Con un repertorio de marchas clásicas, el misterio del Císter hacía su entrada en el recorrido prescriptivo al borde de las ocho de la tarde. Tras su paso por el interior de la Catedral, la cofradía de origen cisterciense hizo las delicias de la multitud congregada en la calle San Fernando .

Custodiada por los ángeles

Si el misterio de la Sangre mantiene un sabor clásico, no menos característico es el palio de Nuestra Señora Reina de los Ángeles . Acompañada y consolada por San Juan Evangelista , la Dolorosa de Luis Álvarez Duarte impregnó de dulzura la calles de la ciudad con su inconfundible crestería y bambalinas color granate. Tras un enorme esfuerzo físico de los costaleros, debido a la dificultad de la salida, la titular mariana del Císter aparecía por la Plaza de Capuchinos ovacionada con el aplauso de los presentes.

El clavel blanco fue la flor escogida este año por la cofradía penitencial, que también quiso engalanar con multitud de joyas la cintura de la Dolorosa. Para completar el clasicismo, la Banda de la Esperanza preparó un repertorio de marchas elegantes como «Ione», que interpretó en su bajada por Capitulares hacia la calle San Fernando.

Calle de la Amargura

Desde la parroquia de San Andrés, el misterio del Buen Suceso mostró el avanzado estado del tallado de su paso de madera. Un trono que contiene una de las escenas más hermosas y numerosas de la Semana Santa de Córdoba que los hermanos de esta corporación sueñan con ver algún día acabado. Mientras, Nuestro Padre Jesús del Buen Suceso sigue enjoyando cada Martes Santo con su rostro resignado por y cansado por el peso de la cruz.

Con el traslado de la carrera oficial, uno de los grandes aciertos del esta corporación ha sido incluir la Plaza de la Corredera en su itinerario. Allí, centenares de personas han podido disfrutar este martes del Nazareno antes de la estrechez de Tundidores y el Compás de San Francisco, con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo del Mar de Vélez (Málaga) . En cuanto a los detalles, la hermandad apostó en esta ocasión por la combinación del morado y el rojo para el exorno.

Rosa de la Caridad

Está considerada una de las Dolorosas más bellas de la Semana Santa de Córdoba. La Virgen de la Caridad , obra de Miguel Ángel González Jurado, representa el rostro más bello del dolor. Con su semblante sereno, pero lleno de hermosura, esta imagen ha conseguido enamorar a los cofrades desde su bendición hace ya más de 25 años . A su inigualable estampa, hay que sumar el conjunto que ofrece el palio de cajón bordado que cobida a la Dolorosa, que un año más lucía rosas del mismo color en sus jarras.

En esta ocasión, la Banda de la Estrella se estrenaba tras el paso de la Caridad. Lo hizo, como no puede ser de otra forma acorde con el estilo de la cofradía, con marchas de corte clásico como «Mater Mea» , a su paso por Gutiérrez de los Ríos.

Señor de la Trinidad

A pesar de su situación en el centro histórico, la hermandad de la Santa Faz ha logrado congregar a multitud de jóvenes que le permiten tener uno de los cortejos con más «chiquillerío» del Martes Santo, junto con la hermandad del Prendimiento. Esclavinas y monaguillos para acompañar a Nuestro Padre Jesús Nazareno en su encuentro con la Santa Mujer Verónica , que este martes llenó la Plaza de la Trinidad para disfrutar de este pequeño, pero coqueto misterio de caoba y plata .

Un original exorno variado compuesto por flores naranjas fue la apuesta de la Santa Faz para este 2018. No obstante, otro de los grandes atractivos era la Agrupación Musical de Pasión, de Linares , que deleitó con composiciones como «Salud de Montesión» en su bajada hacia la Cruz Roja.

Nuevo joyero para el lirio blanco

Era, junto con la primera salida de la Virgen de la Salud, uno de los grandes estrenos de la jornada. El nuevo palio azul bordado en oro de María Santísima de la Trinidad agolpó todas las miradas por su originalidad en el trazado y el color. Por este motivo, la expectación en la Trinidad era máxima para ver de cerca la nueva obra de la hermandad de la Santa Faz, que lució especialmente con la luz del sol.

También era muy esperado este nuevo palio y respiradero en la carrera oficial, a la que la conocida como «lirio blanco de la Trinidad» llegó ya cuando la noche había caído con la música de la Banda de Música «Tubamirum», de Cañete de las Torres . Fue en el interior del Patio de los Naranjos cuando se produjo uno de los momentos más emotivos con el rezo y canto de la Salve a la Reina de la Trinidad.

Flor de juventud

Fiel a su cita, la hermandad del Prendimiento despertó emociones y júbilo en su salida desde el templo de María Auxiliadora . Allí, desde primera hora de la tarde se congrejaron centenares de jóvenes para presenciar en directo una de las salidas más multitudirarias de la Semana Santa de Córdoba. La espera no decepcionó. Dentro del patio, la Agrupación Musical del Cristo de Gracia interpretó el himno a su titular como homenaje al 400 aniversario del Crucificado. Posteriormente, ya frente a la cancela, el paso de misterio tomó posiciones de salida con la marcha «Divino Salvador», antes del Himno nacional.

Como ya ha optado en otras ocasiones, el color morado fue el predominante en un exorno floral que contaba con jacintos, tulipanes, iris, cardos y romero de la sierra de Córdoba . Debido a su carácter popular y alegre, el paso de misterio del Divino Salvador estuvo acompañado durante todo el recorrido de numeroso público, que pudo disfrutar de la peculiar forma de «andar» de este paso. Aunque también hubo tiempo para la solemnidad, como a la salida de Santa Catalina con el «Ave María», de Caccini.

Piedad de los Salesianos

Después de la salida del bullicioso paso del Prendimiento, Nuestra Señora de la Piedad asomaba por el cancel del santuario de María Auxiliadora con la blancura de su saya, en contraste con el azul oscuro de sus bambalinas. «La Estrella Sublime», fue la composición escogida tras el himno nacional. La Dolorosa que tallara Juan Martínez Cerrillo era la encargada de cerrar un Martes Santo en el que la climatología regaló un tiempo primaveral.

Al igual que la Virgen de la Caridad, las rosas de esta tonalidad pusieron una nota dulce al palio de la Piedad, que caminó con las notas musicales de la Banda de la Virgen de las Mercedes de Bollullos Par del Condado (Huelva) por el barrio de San Pedro. A su llegada a la Ribera, la formación musical interpretó «Madrugá Macarena» y «Como tú, ninguna». Asimismo, tras un elegante paso por la carrera oficial, la titular salesiana abandonaba la Mezquita-Catedral con «Triunfal».