¿Por qué no presidirá la Cruz Guiona el pregón de la Semana Santa de Córdoba?

No será así en 2023: la cruz barroca, una obra histórica de la Semana Santa de Córdoba que preside la estación de penitencia de las cofradías en la Catedral, no estará en el escenario. ¿Qué ha sucedido? La pieza, de casi cuatro metros de altura, pertenece desde el siglo XVIII, cuando se estima su hechura, a la iglesia de San José y Espíritu Santo, en el Campo de la Verdad.

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Su párroco, Pedro Soldado, aseguró a ABC que es una «decisión unilateral de la Agrupación de Cofradías». Por «precaución» han optado por no llevarla, pero no se debe a que su estado de conservación sea tan delicado que no se pueda mover de su lugar, en el nave del Evangelio de la iglesia. Es verdad, concedió, que no es el mejor, pero la habría cedido como cada año. De hecho, estará presente en la Catedral para disponerse en el altar ante el que pasan las cofradías, como todos los años.

Pedro Soldado explicó que el procedimiento para que la Cruz Guiona esté en el pregón es siempre el mismo: pide a la Agrupación que Cofradías que soliciten esta obra por carta, de forma que quede constancia en el archivo de la parroquia.

Entre sus condiciones está el que el transporte hasta el Gran Teatro se haga por una empresa especializada «que sea capaz de proteger una joya de esta importancia». Dejó entrever que puede que no siempre haya sido así. Pedro Soldado admitió que ha tenido algunos desperfectos en los últimos años, como la caída de algunos resplandores, pero ha podido moverse y en 2023 podría haberse desplazado para el pregón de la Semana Santa.

Fuentes de la Agrupación de Cofradías justificaron la decisión en lo delicado de la pieza, aunque recordaron el interés que tuvo siempre la institución en llevarla, a pesar del elevado coste que suponen el traslado y el seguro. En su lugar estará la cruz de guía de la hermandad de la Sagrada Cena, a la que pertenece Francisco Román.

¿Una próxima restauración? Todavía no hay una decisión firme. La última se hizo en 2005, en el taller Miguel Castillejo y dirigida por Rafael Valverde Luján. Entonces la obra recuperó la policromía original, se redoró y se repusieron los espejos que faltaban en la ornamentación, ya que son una de las señas de identidad de la pieza. Para entonces faltaban tres de los ángeles de la peana, tan monumental como el resto, y se tallaron nuevos siguiendo el mismo estilo que los demás.

En la época barroca había cruces monumentales en muchos templos, pero, por su belleza y valor, la de San José y Espíritu Santo es conocida en Córdoba como la Cruz Guiona por antonomasia.

Cuando se organizó la procesión oficial del Santo Entierro, a mediados del siglo XIX, la Cruz Guiona era la que abría el cortejo y se movía sobre unas anchas andas con portadores, dado su gran tamaño y peso. Estaba en la Catedral el Viernes Santo de 1986, cuando la cofradía del Santo Sepulcro recuperó las estaciones de penitencia en el interior y poco después se incorporó a la iconografía del pregón de la Semana Santa, donde ha sido un elemento muy identificativo.