Semana Santa
Francisco Román, pregonero 2023: «He pretendido ser lo más clásico posible; no quiero alharacas ni artificios»
El pregonero de la Semana Santa de Córdoba promete un texto entre la vivencia, la fe y la narración
La Sagrada Cena pasará a la ida por la Subdelegación y a la vuelta por Cairuán
Córdoba
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Iniciar sesiónFrancisco Román Morales (Córdoba, 1956) ya está en capilla para subir al escenario del Gran Teatro y pregonar la Semana Santa. Se formó en Salesianos y tuvo a la Borriquita como cofradía de infancia, al Prendimiento en la Juventud y a la Sagrada Cena ... , a cuya junta de gobierno ha pertenecido, en su madurez.
-Corríjame si me equivoco. ¿Es usted un cofrade de vocación tardía?
-No exactamente. Lo que pasa es que yo tuve un largo período en que estuve subterráneo, como el Guadiana. Yo empecé de niño con la Borriquita, pero al llegar a la juventud y la Universidad me hizo que me apartara de la vida de cofradía. No obstante, yo seguía siendo fiel a la Borriquita e ir el Martes Santo a ver al Señor del Prendimiento y el 24 de mayo no faltaba nunca a la cita con María Auxiliadora.
-¿Y qué sucedió?
-Conocí a mi mujer, que es de Utrera. La primera vez que fui a Utrera fue un Jueves Santo y aquello lo viví intensamente. ¿Qué ocurre? Cuando nos casamos, a partir del Miércoles Santo me iba a Utrera y vivía la Semana Santa allí. De hecho, allí hubo un momento en que pensamos en hacer un intercambio con funcionarios del Ayuntamiento de Sevilla. Yo me habría ido a vivir a Utrera y allí me habría hecho de una cofradía. Luego se produce el retorno, cuando estamos más estabilizados y cuando yo me encuentro con el Señor de la Fe. En esa fecha mi padre me había ofrecido que me pagaba la túnica del Prendimiento. Salían mi hermana y mis sobrinas. Cuando yo me di de alta en la Sagrada Cena le dije a Pedro Rojas [hermano mayor durante 20 años] que pagaba mi cuota y no quería saber nada, porque tenía intención de volver al Prendimiento. Lo que pasa es que Pedro me enganchó. Habíamos sido compañeros de colegio en los Salesianos, y su padre y el mío también lo habían sido allí. De forma activa y continuada es desde 1994.
El cofrade de la Sagrada Cena Francisco Román pregonará la Semana Santa de Córdoba de 2023
Julia García HiguerasEl cartel lo firmará el sevillano José Cabrera Lasso de la Vega, mientras que las glorias las anunciará Pedro José Sánchez
-¿Cómo es rezar a unas imágenes a las que uno ha visto nacer y bendecirse?
-Tengo una vinculación muy especial sobre todo con la Virgen. Mi condición de salesiano me hace ser mariano. Al Señor de la Fe lo vi hecho, pero a la Virgen de la Esperanza del Valle la vi cuando era solamente barro y ese pellizco que me produjo al verla por primera vez, eso se te queda anclado. No hay quien lo suelte.
-¿Vio ya entonces a la Virgen, y no a una escultura?
-Claro. Recuerdo una conferencia que nos dio Miguel Ángel González Jurado por los 25 años del Señor de la Fe y hablando de la imagen decía que con Ella había conseguido por primera vez sacar a los materiales lo que tenía pensado. Y dijo «porque esa pieza», a lo que el cofrade Cristóbal Prieto decía que no era una pieza. Para nosotros no lo era. Tengo grabada en la memoria una escena de cuando la Virgen de la Esperanza del Valle estaba en barro y fuimos a llevar una hermana, miembro de la junta, que era contraria al cambio de la imagen. Cuando le levantó el paño que la tapaba, ella se volvió, nos miró y dijo: «¿Y ahora qué voto yo?». La vimos desde un principio.
-Usted es historiador, y la historia es a veces lo contrario de la lírica. ¿Qué habrá en este pregón?
-Habrá una narración de la Pasión, de la Pasión según Córdoba. El esquema del pregón es sencillo: una primera parte en que cuento mis vivencias de la infancia y llego a unas conclusiones; sigo el relato de la pasión a través de las imágenes y hay algo de lírica, o hasta donde yo puedo llegar con la lírica. Al final termino hablando de mi Esperanza. Fundamentalmente es la narración, porque es lo que sé hacer.
«A los cordobeses nos gusta tener y presumir de todo, pero que lo hagan otros. La Semana Santa no ha calado»
-¿Pero también vivencia?
-Sí, hay vivencia, pero iré contando la Pasión, en unos casos hablo directamente con la imagen y en otros narro la escena, y voy entrelazando una cosa con la otra.
-¿En qué momento de su vida le coge el pregón de la Semana Santa?
-En un momento de tranquilidad. Jubilado. Tengo tiempo para pensar, para escribir y de hecho tengo dos proyectos que he tenido que cortar ahora. Son dos proyectos que quiero terminar, y uno es revivir la Pasión a través de los personajes. Y el otro es el callejero de la ciudad.
-El pregón tiene a veces estructura clásica con vivencias, canto a las imágenes y llamada al compromiso. ¿Es un corsé o un cinturón de seguridad?
-Para mí es un cinturón de seguridad, sin duda. Porque además en este caso he pretendido ser lo más clásico posible. No quiero alharacas, no quiero artificios. De hecho la escenografía no es la habitual: no tendremos la Cruz Guiona, porque parece ser que está en mal estado de conservación y necesita restaurarse. Han decidido no utilizarla. Utilizaremos nuestra cruz de guía. El único adorno será el cuadro que pintó Nuria Barrera de la cara de la Virgen y otro, que me lo dejará Antonio Gracia, de la Nazarena. No quiero más.
«A mi Virgen la vi por primera vez cuando estaba en barro y ese pellizco se me quedó anclado»
-¿Cree que el formato del pregón de la Semana Santa está en crisis?
-Sí.
-¿Cómo cree que evolucionará, ya que parece que a mucha gente le aburre escuchar a alguien?
-Sí, sí. Creo que van más buscando la idea de espectáculo que el transmitir sensaciones, emociones, ideas, reivindicaciones. Tampoco veo que la organización le ponga corazón a esto. Las entradas, por ejemplo, no van a salir a la venta. Se repartirán entre las hermandades, pero sé de gente que quiere ir, y no sé si pondrán en taquilla el 10 %, como dice la ley. Lo suyo sería que promovieran que el Gran Teatro se intentara llenar. No sólo el patio de butacas, que tampoco se llena.
-Cada vez más cofradías y cada vez menos práctica religiosa. ¿Cómo se interpreta eso?
-Es el sino de los tiempos que estamos viviendo. El domingo estuve en misa de 10.00 y había ensayo de costaleros de los dos dos pasos. Mientras duró la misa si acaso serían diez los que se asomaron, vieron a los titulares y se salieron. ¿Qué tenemos? Hay mucho de afición, fundamentalmente en el mundo del costal. En Córdoba la Semana Santa no ha calado. A los cordobeses nos gusta tener de todo y presumir de todo, pero que lo hagan otros, que piensen otros. A los cordobeses nos gusta mirar y que sea gratis, eso es fundamental. La Semana Santa y la Iglesia por supuesto exige compromiso, y la gente no lo quiere. Los valores de la Iglesia están en colisión con lo valores con los que se nos machaca a diario. Es muy complicado. La gente se cree con derecho a todo. Una vez me preguntaban que por qué una niña que no estaba bautizada no tenía derecho a salir de nazarena.
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