María Auxiliadora, flor de mayo para los cristianos en la procesión por Córdoba

El largo cortejo compuesto por la gran familia del Colegio Salesianos se puso en la calle primero con Santo Domingo Savio y luego con San Juan Bosco, como es habitual, para recorrer las calles próximas al santuario.

En esta ocasión la plaza del Cristo de Gracia es testigo de su paso para acentuar que los Padres Trinitarios están viviendo el Tiempo Jubilar por cumplirse medio siglo de la canonización de su reformador, San Juan Bautista de la Concepción.

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rafael Carmona

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Las grandes ocasiones de la vida van aparejadas a la música, la alegría, las flores. La banda de la Esperanza volvió a interpretar sus marchas para la Virgen que es Auxilio de los cristianos tras un paréntesis de más de una década. En el mes en que la primavera estalla las flores en tonos rosas y malvas del exorno se pusieron a los pies de María Auxiliadora como colorida plegaria.

También en los momentos importantes se lucen novedades. Así fue durante esta larga tarde de primavera que no quería hacerse de noche, y comenzó a sonar la marcha 'Auxiliadora', compuesta por Iker García Santos, joven integrante de la banda, mientras la Virgen salía en procesión.

El paso lució cuatro nuevas jarras, y nueva fue la parihuela sobre la que portaron los jóvenes alumnos a Santo Domingo Savio. Una veintena de albas de estreno en el cuerpo de acólitos hablaron también de lo importante que es acompañar con primorosos gestos de hijos para agradar a la Madre en su jornada de fiesta.

Tantos días de emociones y recogimiento alcanzaron su punto culminante en la procesión, y muy destacada fue la presencia del nuevo obispo, Jesús Fernández, que tomó posesión de su cargo el mismo sábado por la mañana en la Catedral, y no dudó en presidir la solemne misa previa en el patio del Colegio.

Ha sido un gesto que los devotos de María Auxiliadora han agradecido y saboreado. El nuevo pastor de la diócesis de Córdoba subrayó «el gran gentío» congregado en el patio para celebrar «con gozo la fiesta de María Auxiliadora en un día tan significativo para vosotros y también para mí», mientras recordó sus vínculos con los Salesianos en León.

Fue el primer acto al que ha acudido relacionado con una de las devociones más arraigadas de la ciudad. Indicó que María invita a «ser sensible ante los males ajenos». Alertó de la evasión que pueden suponer las «redes sociales, las sensaciones y el ocultamiento de lo feo y lo desagradable, la cultura de la indiferencia que avanza».

Las calles del barrio rebosaron de devoción y de júbilo. «Tú eres Madre mi mayor consuelo, yo te estoy llamando a todas las horas. Ven conmigo, Madre, pues te necesito. Tú eres mi alegría y mi Auxiliadora», reza una oración dirigida a Ella, «que lo ha hecho todo».