El Polo Verde de Sadeco en Córdoba cuesta 60 millones para convertir basura en energía

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, presentó ayer el proyecto al nuevo consejero de Sostenibilidad y exalcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco. Ambos políticos son de la misma generación y presumen desde hace tiempo de una relación de confianza. El regidor explicó que el proyecto pionero de Sadeco -que tiene el nombre de Sadeco 5.0- se ha presentado a los fondos Next Generation y pidió al consejero que asuma alguno como una iniciativa piloto del plan contra el cambio climático. Dicho plan incluye también las obras de Emacsa para el tratamiento del agua (los tanques de tormentas) y un nuevo tratamiento urbanístico de la ciudad. Los proyectos son como sigue.

El proyecto más caro es la creación de una planta de producción de biometano del que se pretenden conseguir dos combustibles. El primero es hidrógeno verde y el segundo es gas natural que puede despacharse para su inyección directa en una conducción (como un gasoducto) o envasarse para usarse en vehículos que lo utilicen en sus motores de combustión. El plan de Sadeco es encontrar una empresa que haga todo ese proceso facilitándole todos los residuos orgánicos que no vayan al vertedero.

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La empresa estaría obligada a facilitarle el hidrógeno o el gas que use la flota de Sadeco. Todo el resto, el excedente, se podría vender en el mercado por medio de los canales de distribución exitentes. Se incluye toda la energía solar que se produzca en el parque fotovoltaico ubicado sobre el antiguo vertedero, que ahora está inutilizado y tapado. Es una superficie de 16 hectáreas-

Las cuentas de Sadeco dicen que el primer proyecto podría salir por unos 41 millones de euros. La empresa ha estimado sus necesidades en unas 450 toneladas al año de gas más 41 toneladas de hidrógeno al año. En estos momentos, el Ayuntamiento tiene flota de vehículos a gas pero prácticamente nada funciona con hidrógeno que fue uno de los combustibles que llevó al hombre a la Luna.

De forma muy resumida, se produce un tratamiento anaerobio de los residuos hasta alcanzar la fase de digestato. A partir de aquí se genera el biometano cuya conversión en hidrógeno, dicen los documentos, es particularmente eficiente frente a otras formas de producción. El proyecto incide en que, en 2030, en torno a una cuarta parte del transporte de mercancías y personas lo hará por motores de pila de hidrógeno que no emiten a la atmósfera. Aucorsa, por ejemplo, ya ha realizado las primeras pruebas con vehículos de hidrógeno que es una de las tecnologías más apreciadas por la industria del automóvil.

El segundo proyecto cuesta unos 16 millones de euros y consiste en una tecnología probada de forma fehaciente por la industria. Consiste en la creación de ecocombustibles. La forma tradicional de conseguir estos líquidos es perforar el suelo, conseguir petróleo y proceder a su tratamiento industrial. Pero no es la única. Lo que Sadeco plantea es que buena parte de lo que acaba en el vertedero tiene una segunda vida desde el punto de vista de la economía circular. Por ello, se ha establecido la alternativa de llegar a un acuerdo con una empresa privada que desarrolle una planta de pirólisis que permita usar determinados residuos orgánicos (que incluyen los lodos de las depuradoras) para la creación de biodiésel y biocarbón.

El procedimiento industrial descrito en el proyecto es tomar los residuos orgánicos previamente separados, proceder a su tratamiento y aplicarles una de las varias formas contrastadas de pirólisis que existen en la industria. Para no alarmar, la pirólisis no consiste en pegarle fuego a nada. Al contrario, implica tomar toda esa gran cantidad de basura, introducirla en depósitos donde se encuentran con una atmósfera inerte y aplicarle mucho calor.

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El resultado de ese proceso de calentamiento es un residuo líquido que es altamente rico en energía y uno sólido que también permite ser usado como en procesos de creación de fertilizantes. Este es el proceso por el que se están fabricando los nuevos combustibles que se usan para las calefacciones domésticas o para grandes aparatos industriales. Sadeco ha estimado que la planta puede llegar a procesar unas 25.000 toneladas de residuos cada año. El Gobierno ha establecido una serie de objetivos bastante exigentes de cara a 2030 para sustituir una parte de los productos petrolíferos por este tipo de materiales caloríficos que son, en realidad, basura procesada.

El último de los proyectos en los que trabaja Sadeco para producir energía es el más barato, unos dos millones de euros, pero es el que da más asquito. Básicamente, es un criadero de larvas de mosca alimentadas con basura orgánica. Para alimentar a los animales de una granja hace falta, sobre todo, proteínas que, en estos momentos, salen de los mares y se mezclan en el pienso. De cada cien kilos de pesca, cuarenta van para la producción de piensos. Y eso es un dato que está esquilmando los mares. Otra parte sale de la producción de soja que precisa de mucha agua.

Evidentemente, no se puede hacer pienso con basura orgánica pero sí se puede alimentar una especie animal concreta para que se ponga gorda y, con ella, elaborar una suerte de harina. Se trata de crear un gran depósito de larvas de mosca soldado que, en esta fase de su desarrollo, comen como animales con el objetivo de producir grasa para su crecimiento correcto. En realidad, el planetamiento de Sadeco (y de la empresa interesada) consiste en no permitir que las moscas lleguen a su etapa adulta.

Justo antes de que comience la pupación (el paso de larva a mosca) se recolectan y lo que se tiene es una gran cantidad de proteína animal que sí se puede ligar como receta de los piensos. Sadeco explica que, de esta manera, se realiza una actividad mucho más eficiente que la tradicional elaboración del compost, que exige de muchos más días de elaboración y de más fases de manipulación antes de convertirse en un producto comercial.

Todos los proyectos previstos por Sadeco son una vuelta de tuerca de la gran iniciativa con la que nación el Centro Medioambiental de Córdoba. Se pretendía crear un polo de industrias verde. El planteamiento del gobierno municipal y de la empresa municipal que preside Isabel Albás es que hora sí es posible dado que existen numerosas líneas de ayudas estatales y europeas que permiten poner en marcha este tipo de negocios.

Sí advierten los informes de que es preciso una larga tramitación ambiental de cada uno de los proyectos que precisarían de una autorización individual de las autoridades autonómicas. El alcalde de Córdoba explicó que el proyecto en el que se ha embarcado Sadeco tiene alta prioridad, al nivel de la creación de parques.