De aquella casa, o de aquel conjunto, salieron dos viviendas distintas y ahora dos patios. La del número 4, que vuelve a presentarse al concurso después de una larga ausencia, era la casa de aperos, como explicó Rafael Ruso, nieto de los propietarios y que este año lidera la reapertura.
Es decir, era el lugar donde se conservaban muchos objetos de trabajo, puede que del campo, y relacionados también con los animales que ayudaban en estas tareas.
Enfrente estaban las casas en que se hacía la vida, explicaron los propietarios. ¿Podría ser el número 7? No sería descartable, porque además es otro patio de Córdoba, abierto desde hace algunos años y que está creciendo en los últimos años.
Reformas
La casa de Guzmanas, 4 ha pasado por muchas remodelaciones, al menos desde los últimos doscientos años. Fue casa de vecinos, como sucedió con tantos grandes inmuebles del Casco Histórico de Córdoba, y hace más de medio siglo la adquirieron sus actuales propietarios.
Fue el momento en que fue casa para toda la familia y ellos mismos se encargaron de muchos de los elementos de la construcción, empezando por el chino cordobés que continúa en el lugar. La historia de la ciudad sigue en los vecinos que continúan habitándola.
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