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Levante, ante dos crímenes en una semana: «El barrio es tranquilo, pero hay puntos conflictivos»
En una semana los vecinos de esta popular zona de Córdoba se han topado con dos crímenes; los mismos que hubo en Córdoba entre 2019 y 2023. Señalan tres puntos problemáticos, nada fuera de lo común
Crimen de Sagunto: tres detenidos por dar una paliza mortal a Rafael y seguir de fiesta en su piso
Una mujer pasa delante del portal donde vivía la primera víctima, Rafael, de 62 años
En la última semana, el barrio de Sagunto ha sido protagonista de dos crímenes en apenas 200 metros de distancia. El primero el pasado jueves 4 de abril: un hombre de 62 años moría de una paliza a manos de dos hombres detenidos ... y en prisión a los que, junto a una mujer, había acogido en su vivienda de la calle Reina Mercedes y a los que había conocido en un centro social de comida. El segundo, este pasado jueves en la calle Platero Pedro de Bares. Un hombre de 47 años víctima de dos puñaladas en el tórax en plena escalera del portal número 3 de esa calle.
Dos homicidos que, además de haber agitado a los vecinos de este entramado urbano, suponen las mismas muertes violentas y dolosas que en los últimos cinco años (2019 a 2023) contabilizadas en Córdoba capital, ciudad a la que este tipo de sucesos siempre le queda más lejos. Pero la casualidad ha querido, desgraciadamente, que en siete días rompa todas las estadísticas.
En el portal de la calle Reina Mercedes donde murió Rafael se puede observar todavía una pequeña ofrenda. Una foto de este residente en Sagunto, y abajo en el suelo unas velas. Junto a su rostro, un texto a rotulador y bolígrafo con un significativa frase: «Justicia para Rafa, nunca te olvidaremos». Tras él, unas bonitas palabras en las que se califica al desafortunado vecino como «ángel en la Tierra» y se destaca su buen corazón.
Antes de las comidas, o entre el almuerzo y la cena, una serie de personas que acuden al comedor social de la calle Sagunto se quedan deambulando por el barrio, siendo habituales de esos puntos conflictivos
A menos de cinco minutos andando, en la calle Platero Pedro de Bares, dos equipos televisivos intentan convencer a varias personas de la zona para que aparezcan en un directo. ¿El motivo? El segundo asesinato cometido en el mismo barrio en menos de una semana. En esta ocasión por dos puñaladas de un hombre a otro en el domicilio de su expareja. Esta situación genera un debate sobre la situación de esta zona de Córdoba.
«Es un barrio tranquilo, con la circunstancia de que hemos tenido dos muertos, pero tenemos algunos sitios conflictivos que hay que cambiar», declara el representante de la Asociación de Vecinos La Unión de Levante, Paco Téllez.
Esa misma es la opinión de la mayoría de los consultados por este periódico en un barrio con un parque de viviendas antiguo y en un punto medio entre envejecimiento y población joven. ¿Cuáles son esos sitios? La entrada del ambulatorio, la plazuela que hay antes de la intersección de Cinco Caballeros con Pintor Pedro Romana y, algo más cerca de Carlos III, el conocido como Parque de la Luna, según los propios moradores.
Precisamente Téllez recuerda un encuentro esta misma semana con técnicos del Ayuntamiento en el que la asociación de vecinos ha pedido una solución, sobre todo más luz y seguridad, para el caso concreto de la entrada del centro de salud, «donde suele haber personas problemáticas», a veces violentas, casi siempre embriagadas, y que llegan a hacer sus necesidades en los aparcamientos.
Parque de la Luna
Al lado de la comentada plazuela se encuentra la capilla dedicada a la Virgen de Fátima, donde grupos de personas suelen reunirse para rezar. Ana Medina, auxiliar de psiquiatría ya jubilada, explica que se siente insegura en el lugar, tomado justo en frente y perpetuamente por personas conflictivas. Nadie del barrio se puede sentar allí: «La Policía viene bastante, pero no pueden hacer nada, esconden la droga muy bien o indican que es para consumo propio».
Justo a la vuelta de la esquina se encuentra el portal donde asesinaron a Rafael, cliente habitual del conocido bar Hermanos Bonillo. «Hay delincuencia en algunos lugares, y gente rara, que procede de los comedores sociales», especifica Ángel García, trabajador de este negocio. Éste es otro de los puntos coincidentes en multitud de testimonios que prefiern el anonimato. Antes de las comidas, o entre el almuerzo y la cena, una serie de personas que acuden al comedor social de la calle Sagunto se quedan deambulando por el barrio, siendo habituales de esos puntos conflictivos. En el bar Esparta, cuatro mayores, jugadores de dominó, coinciden en el carácter familiar de la zona, salvo los as zonas en cuestión.
Carmen García, que va a comprar productos a la panadería La Molina, se refiere al cercano Parque de la Luna como problemático desde hace muchos años. «Allí hay mucho movimiento de droga». En ese caso, según diversas fuentes, coincidirían personas jóvenes del propio barrio con las que deambulan las del comedor.
Rafael Ruiz y Antonio Rodríguez, que vive justo al lado de esta zona verde, reconocen ciertos problemas de convivencia en él, pero menores que hace lustros, más que nada porque «ya están en la cárcel metidos». Una convecina de ambos, que prefiere no figurar, reconoce el problema del Parque de la Luna, mucho más grave antaño, pero haciendo hincapié en la tranquilidad general, que comparte Elena Moyano, que trabaja como limpiadora en la zona, donde jamás ha tenido ningún percance.
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