Desde mi rincón
Cunicúpolis
Se cuenta que un cabecilla, ayudado por sus esbirros, abrió las puertas de la ciudad a los enemigos
Opiniones por amor
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Iniciar sesiónHace muchos años existía en el sur de Europa una 'polis' o ciudad llamada Cunicúpolis o tierra de conejos. Los más viejos la reconocían como Sodoma. El apego excesivo de sus dirigentes al cargo, riqueza, control, impunidad y privilegios hizo que renunciaran a su ... libertad, acatando ciegamente las directrices de sus cabecillas. El pueblo, polarizado, dividido y anestesiado soportaba violencia, inflación, inseguridad, falta de autoridad, deterioro de las instituciones, incremento de los impuestos y muchas más cosas que, poco a poco, lo corroían.
Un pueblo que, sin percibirlo, perdía identidad y fuerza encaminándose a la peor esclavitud, la de aquel que se cree libre sin serlo. Los diferentes grupos políticos que regían la 'polis' hablando diferentes lenguas dejaron de entenderse. Eso originó una tremenda crisis económica y social con un daño enorme a la ciudadanía. Cierto día, una voz resonó en la ciudad prometiendo progreso y paz si encontraban cinco miembros del Parlamento de la 'polis' que fueran libres y capaces de pensar y actuar según su propio criterio. ¡Ni uno!
Nadie sabe qué pasó con Cunicúpolis. Se dicen cosas tan diferentes que ninguna es creíble. Lo cierto es que esa maravillosa y rica ciudad, con una historia democrática que fue ejemplo para muchos, desapareció. Se cuenta que un cabecilla, ayudado por sus esbirros, abrió las puertas de la ciudad a los enemigos. También se comenta que el pueblo, dividido y mal informado, se dejó arrebatar historia, riqueza y libertad, convirtiéndose en esclavo de los invasores.
Es raro que cosas así pudieran suceder en España. En cualquier asamblea de empresa o comunidad de vecinos donde se reúnan más de cincuenta españoles, es impensable que todos estén de acuerdo cuando se decida sobre cualquier asunto.
Si eso ocurriera en alguna institución de España donde se encuentren defendiendo los intereses de los ciudadanos, representantes de todas y cada una de las provincias españolas, tendríamos que pensar que o no son españoles los que están dentro o se han olvidado de sus representados para obedecer las órdenes del pastor de su rebaño.
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