La alternancia política

¡Veamos! Creo que en la sociedad española hay una masa crítica de ciudadanos que sienten rechazo y desconfianza en las consecuencias que pueden generar los acuerdos que han hecho posible el actual Gobierno de España. Un número suficiente de españoles que harían realidad una sobrada mayoría absoluta en el Parlamento Nacional. Pienso que eso es lo que llamamos alternativa emocional.

Dicho esto, preguntémonos ¿qué pasa en España para que no exista una alternativa política capaz de hacer valer esa alternativa emocional? En democracia eso sólo lo puede hacer un partido político o la sensata coordinación de varios, con el objetivo común de eliminar muros entre españoles, respetar la separación de poderes, conseguir un sistema electoral más proporcional, regenerar las instituciones, confiar más en el pueblo soberano y consolidar la democracia. Es decir, respetar la Constitución.

Actualmente la oposición política en España gobierna en muchas instituciones. Comunidades como la andaluza o gobiernos municipales como el de Córdoba forman parte de esa democrática oposición política. Y es responsabilidad de todos los partidos que conforman la oposición, ¡sin excepción!, coordinarse entre sí evitando personalismos, gestionando bien nuestro patrimonio, abriéndose a la sociedad con empatía hacia todos los ciudadanos y actuar siempre con total honradez y transparencia.

Es la única manera de sembrar confianza en esa mayoría social que ve con preocupación el camino tomado por el actual Gobierno de España. Sólo así, esa alternativa emocional pondrá su confianza en una alternativa política al actual gobierno de España. El mayor error que puede cometer la oposición, con enorme daño para esa mayoría de españoles, es confiar en que el viento de la economía sea el que haga caer como fruta madura al actual Gobierno para entonces poder gobernar.