Los albañiles del muro de Sánchez

Su gabinete ofrece la misma impresión que los restos de un naufragio. Encabezado por una vicepresidenta que no se sabe si se va o se queda, y que como es gallega cuadra en el tópico, es muy difícil encontrar algún ministro que brille más que Félix Bolaños, vicepresidente para la amnistía y jefe de un circo de tres pistas (Presidencia, Relaciones con las Cortes y Justicia), pues muchos son auténticos desconocidos. A José Luis Escrivá, que hizo por decreto la reforma más importante de la pasada legislatura, le han hecho un ministerio con dos retales de secretarías de Estado que tenía Calviño que ha declarado que la transición digital siempre la llevará en su corazón, pese a que todavía esperamos que Radar Covid funcione. La Seguridad Social ha quedado en manos de una aseada militante del Partido Socialista de Navarra de la escuela de Cerdán que defenderá la caja única de la Seguridad Social hasta que le corresponda hacer como la europarlamentaria socialista Iratxe García y defender lo contrario.

Esa bolsa de gatos que es la izquierda radical nos ha privado de tener a Nacho Álvarez, la mejor cabeza económica de Podemos, en un ministerio. Y Yolanda Díaz llora de alegría al renovar su contrato de fija discontinua.

Pero no todos los ministros quieren ser albañiles y no todos carecen de personalidad propia. Quizá la toma de posesión más interesante fue la de Jordi Hereu, exconcejal y exalcalde de Barcelona y expresidente de Hispasat, en el Ministerio de Industria. Este político del PSC, cuyo talante se parece mucho al de Salvador Illa pero con menos titubeos, no sólo dijo que tendía su mano a todos los sectores, sino que en su exposición de intenciones hizo tabula rasa del muro proclamado por Pedro Sánchez la semana pasada. «Uno gobierna para todos y entre todos», dijo en su toma de posesión, causando la visible incomodidad de algunos comisarios políticos enviados desde la Moncloa.

Tuvo también tiempo Jordi Hereu para recordar que él era concejal de Barcelona cuando el socialista Ernest Lluch fue asesinado por ETA, cuyo brazo político hoy brinda apoyo parlamentario al gobierno de Sánchez. jmuller@abc.es