Time Lapse
Las tres olas del PP el 28M
Sánchez y el hartazgo, Moreno y su efecto... pero también el otro rictus del PP en los pueblos
Elecciones municipales Córdoba 2023 | Pacto o acuerdo en 17 municipios..., sí o sí
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Iniciar sesiónLa victoria del PP a todos los niveles, incluyendo a la provincia de Córdoba, su Diputación, capital y numerosos 'feudos' socialistas -el caso de Palma del Río es paradigmático de lo que estamos viviendo en Andalucía en los últimos años- contiene tres ... factores sumatorios en un contexto que germina con especial significación por aquí abajo. Lo que se ha dado en llamar estos días la 'ola azul' es un conjunto de tres olas que elevan la fuerza con la que las urnas han contestado a un momento de hartazgo más amplio de lo que parece. Que no terminan de reflejar las encuestas cocinadas y maquilladas y que, probablemente, se esconde cuando le preguntan. La patada a Sánchez en el trasero de los alcaldes y presidentes autonómicos socialistas era plausible. Pero lo que sorprendió a propios y extraños es que un ególatra como el líder socialista también focalizara su precipicio en la campaña con severas meteduras de pata y tétricas realidades que se le han vuelto en su contra desmontando su mentira.
La primera 'ola azul' ha sido pues el propio Pedro Sánchez, convertido, junto a sus socios, que ahora sí le quitan el sueño, en una auténtica fábrica de votantes populares. Su afán por polarizar la sociedad española para dividir y vencer le ha terminado colocando a él en un extremo y a casi todos los demás en la otra parte, esperándole un buen domingo de mayo.
La segunda 'ola azul' es Juanma Moreno en Andalucía, el efecto de su irrupción y victorias frente al declive de un sistema podrido y almidonado por una sociedad consentidora o, a veces, partícipe. El cambio sociológico que vive Andalucía y la moderación con resultados se ponen de manifiesto cada vez que Moreno cruza un paso de cebra en una 'agrociudad' cualquiera.
Y la tercera 'ola azul' de los populares han sido las decenas de candidatos anónimos en cada uno de esos pueblos a los que ya no se les ve como 'señoritos', 'fachas' o 'caciques' con olor a naftalina. Sino todo lo contrario, gente corriente capaz de empatizar con sus vecinos, resolver problemas y ser una alternativa clara a lo de siempre.
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