Francisco Javier Cano: «Las monterías están programadas y la sequía sólo afecta a la calidad de los trofeos»

—Esperamos que sea una campaña normal, pero es evidente que se encuentra muy afectada por la sequía. La falta de lluvias ha provocado que los pastos hayan sido prácticamente inexistentes. Confiamos en que el tiempo cambie este fin de semana y la situación mejore, porque todavía no es tarde para que haya más pasto en el campo. Esta situación meteorológica afecta a la caza principalmente en lo que se refiere a los trofeos y las cuernas, cuestiones que están muy ligadas a la alimentación del animal.

—Hay cierta preocupación entre los cazadores por la aparición de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, una patología que afecta sobre todo a ciervos o los gamos. ¿Qué impacto puede tener en la actividad?

—Ha afectado de forma muy irregular, ya que hay fincas en las que apenas ha habido problemas, mientras que en otras se ha visto afectada entre un 10 y un 20 por ciento de su cabaña, aunque en la provincia de Córdoba ha habido menos casos que en otras partes de España. Un aspecto positivo es que el animal que supera la enfermedad queda ya inmunizado.

—¿Teme que esta temporada haya menos monterías que otros años por estas cuestiones?

—No lo creo. Las monterías previstas ya están programadas con sus fechas concretas. La sequía sólo afecta a lo que se refiere a la calidad de los trofeos, pero nada más. No creo que esto suponga tampoco menos jornales.

Noticia Relacionada

Lourdes Giménez Conde (cazadora): «Oigo una ladra en una montería y se me pone el corazón en la boca»

Rafael Aguilar

Fue a la primera cacería con su padre, que coincidía con Franco y el Rey Emérito, con seis años y con casi ochenta vive por y para la cinegética

—¿Qué importancia tiene la actividad cinegética en Córdoba?

—Se estima que la caza tiene un impacto económico directo de unos 90 millones de euros en Córdoba y genera al año unos 45.000 jornales. Nuestra actividad supone una importante inyección de dinero en los municipios de la Sierra, que suelen contar con una menor población y con una economía precaria. Ayudamos a que muchas familias puedan salir adelante.

—Otro de los aspectos destacados que marca el inicio de la temporada de caza mayor es el bajo nivel de los precios de la carne. ¿Cuál es el motivo de esta caída de las cotizaciones?

—Como ocurre en todos los sectores económicos, los precios de la carne son fruto de la ley de la oferta y la demanda. En algunos casos, como en el del jabalí, el valor de venta se ha reducido a la mitad. Es posible que sea porque hay menos compradores interesados en esta carne. Confiamos en que el mercado se vaya equilibrando conforme discurra la temporada.

—Hace pocas semanas la Junta aprobó el Plan Andaluz de la Caza 2023-2033. ¿Qué supone este programa?

—Recoge medidas muy positivas para corregir muchas cuestiones en el mundo cinegético. La federación ha estado trabajando junto con el Gobierno andaluz en este asunto y hemos conseguido que recoja el 90 por ciento de nuestras reivindicaciones. Sí pedimos es que se le dote presupuestariamente y que se ponga en marcha lo antes posible. La caza menor, que atraviesa momentos muy complicados por la sequía y la agricultura intensiva, se verá especialmente beneficiada.

—Los agricultores han alertado de la superpoblación de jabalíes, que están provocando daños. ¿Qué papel juega el cazador en este sentido?

—Es un problema muy serio porque el jabalí está proliferando de una manera desorbitada hasta encontrarse en zonas donde era impensable que pudiera llegar y está causando un daño enorme a la agricultura, además de provocar accidentes de tráfico. Aquí la caza juega un papel muy importante. Sin embargo, pensamos que llegan tarde las medidas de la Junta, entre ellas que haya menos trámites burocráticos para hacer batidas que ayuden a controlar esta especie.