La Fiscalía de Córdoba aboga por trasladar al Tribunal Militar el caso de los dos militares muertos en Cerro Muriano

El juez instructor de esta causa -también abierta en el Tribunal Militar- emplazó a finales de la semana pasada a las partes hasta ahora personadas en la causa abierta por la muerte de un cabo y un soldado el pasado 21 de diciembre durante unas maniobras militares en un lago en la Base Militar de Cerro Muriano a presentar sus alegaciones a su auto en el que se inhibe a favor de que la investigación judicial pase a manos de un Tribunal Militar como órgano competente. Este extremo llegaba después de que el Juzgado Togado Militar 21 de Sevilla pidiera al juez Láinz que se inhiba.

Por su parte, la representación legal de la familia del soldado sevillano Carlos León ejercida por el letrado Luis Romero ha planteado alegaciones a esta resolución judicial al entender que no se trata de dos homicidios por imprudencia (como se investiga ahora la causa) sino de dos homicidios con dolo eventual, un tipo penal que no está contemplado en el Código Penal Militar y sí en la jurisdicción penal ordinaria, según ha podido saber ABC de fuentes de la investigación.

La representación legal del soldado traslada al juzgado que entiende que en este caso existen dos homicidios con dolo eventual, es decir, que hubo negligencia por parte del capitán que dio la orden de cruzar cargados la laguna -que ha sido apartado de sus funciones- por no atender al grave peligro que corrían por las condiciones en las que se desarrolló esta actividad dentro de la instrucción de estos militares que afrontaban la última etapa de adiestramiento en la BRI X 'Guzmán el Bueno'.

La ministra de Defensa visita la Base de Cerro Muriano y el lugar donde fallecieron, promete transparencia y apoyo al juez e insiste a los soldados «que digan absolutamente la verdad de lo que ha pasado sin reserva».

El dolo se centra en no atender el riesgo que entrañaba la actividad, es decir, en obviar circunstancias previas a este fatal desenlace como que la línea de vida no era tal sino una cuerda sujeta a dos árboles sin arneses, o sin la firme sujeción para que los soldados pudieran cruzar de forma segura. También las condiciones meteorológicas de aquel 21 de diciembre -tres soldados más sufrieron graves episodios de hipotermia- o que las mochilas pesadas no flotaran son algunos de los detalles que pudieron ser pasados por alto por el capitán -apartado desde el día siguiente a los hechos por el Cuartel General del Ejército- y que no supo valorar el peligro que entrañaba, tal y como refleja en sus alegaciones la representación legal del soldado que murió ahogado.

«Cuenten al juez todo lo bueno y lo malo y ese es el mejor homenaje que le pueden hacer. Declaren sin reserva», dijo la ministra Robles hace unos días a los compañeros de los fallecidos

Hay que recordar que la ministra de Defensa Margarita Robles en su visita a la BRIX y al lugar donde perdieron la vida estos dos militares -el soldado Carlos León- y el cabo cordobés Miguel Ángel Jiménez Andújar- prometió el pasado viernes a una parte de los miembros de la compañía que vio morir a sus dos compañeros «transparencia y apoyo al juez que instruye la causa» al tiempo que pidió de manera insistente a los militares que participaron en el ejercicio que «cuenten al juez todo lo bueno y lo malo y ese es el mejor homenaje que le pueden hacer a sus compañeros». «Declaren sin reserva», apostilló la ministra durante su visita a la base militar en Córdoba.

«Una vez que sepamos las causas del desgraciado suceso tenemos que tomar las medidas para evitar riesgos adicionales», llegó a decir Robles durante su comparecencia a los medios, mientras apuntaba al extremo de que sería un Tribunal Militar y no uno ordinario el encargado de juzgar el caso.