Cultura pide que el mayor barrio de Poniente en Córdoba no tenga cocheras subterráneas

Las limitaciones previstas por Cultura son precisas en el sentido de que se quiere que, mientras menos se toque el subsuelo y menos se afecten los restos arqueológicos, mejor. En este sentido, el informe aprobado por la Comisión de Patrimonio Histórico pide que se lleve a cabo una normativa que impida la construcción de cocheras subterráneas de forma que se aparque sobre rasante. Y esa es, probablemente, la principal limitación, que no la única, de un barrio que nace impulsado formalmente por Vimpyca, una fundación dedicada a la vivienda social, pero que cuenta con inversores como la sociedad de gestión de activos del grupo Kutxabank.

Para entender lo que significa la medida, hay que tener en cuenta que cada barrio que se levanta en Córdoba ha de contar con un porcentaje de plazas de aparcamiento dentro de la propiedad por vivienda. Esa cifra suele estar en un coeficiente de entre 1,6 a 2 vehículos por piso. Eso implica que las empresas que promuevan viviendas en este sector (que va desde la Alameda del Obispo hasta la parte norte de la carretera del Aeropuerto lindando con el polígono del Cobre) tendrán que buscar sitio sobre rasante para una cantidad de vehículos que va desde los 10.800 hasta los 13.600.

El plan Puerta de Córdoba nació en el PGOU con unas dos mil viviendas en un modelo de desarrollo conocido como Ciudad Jardín: edificios bajos, zonas verdes y amplias avenidas. El documento que se está trabajando entre Urbanismo y los promotores ha llevado la edificabilidad bruta a más del doble, con bloques de planta baja más seis. Es decir, se ha más que duplicado el número de vecinos futuros cuando todos los edificios estén hechos.

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El informe de Cultura entiende que no pasa nada por elevar densidades pero dice lo siguiente. «A mayor edificabilidad, mayor número de afección y de plazas de aparcamiento; más sótanos por tanto y mayor afección al patrimonio arqueológico» mediante «sistemas de cimentación más lesivos para este patrimonio». El problema que este tipo de barrios nuevos son dependientes del automóvil y las empresas que desarrollan vivienda tienen unos ingresos casi garantizados vendiendo plazas de aparcamiento.

Lo que ha propuesto Cultura es realizar una investigación arqueológica mediante prospecciones geofísicas, teledetección o sondeos de control para saber dónde se encuentran exactamente los restos arqueológicos. Pide además que los proyectos de urbanización no se basen en el modelo habitual de hacer zanjas para la creación de infraestructuras y cimentaciones sino en la creación de terraplenes. Es decir, echar grandes cantidades de tierra sobre el suelo actual para evitar tener que tocar los restos arqueológicos. Es el sistema tradicional por el que se construyen las ciudades. También es más caro.

Además, propone la creación de una «amplia» reserva arqueológica «que garantice la preservación del mayor volumen de información». El informe de Cultura no dice cómo de amplia tiene que ser porque dependería de las investigaciones a desarrollar. Dado que el suelo no es un chicle, se entienden que esa reserva saldría de la superficie edificable lucrativa: del terreno disponible para viviendas. Hay un precedente de ello. En la Huerta de Santa Isabel Oeste se realizó un enorme parque central que, en realidad, se corresponde con unos restos arqueológicos califales de alto valor. Son los restos de un edificio muy grande conectado con Medina Azahara y, probablemente, de uso militar.

El planteamiento realizado por Cultura es actuar de otro modo con respecto a otros crecimientos de Poniente teniendo en cuenta que se va a actuar sobre una zona del territorio afectada directamente por valores de protección elevados. En la zona se encuentra la Alberca del Cañito de María Ruiz, que es un Bien de Interés Cultural ligado al yacimiento arqueológico de Medina Azahara y a los caminos que la conectaban a Córdoba.

Existe, además, una conciencia de que se van a encontrar restos de arrabal. La Gerencia de Urbanismo efectuó una prospección (una revisión superficial de los terrenos) de las zonas 21, 22 y 25 de la Carta Arqueológica de Riesgo del PGOU (el documento oficial que avisa dónde han restos históricos). Aparecieron cinco zonas que reciben los nombre de Alberca del Cañito de María Ruiz I, Ambulancias Córdoba I y II, y Cenemesa I y II. En esas zonas, se esperan restos arqueológico de arrabal de cierta relevancia.

El plan de sectorización O-1 Puerta de Córdoba es la gran bolsa social de vivienda de Poniente establecida en el PGOU. Supera los 1,3 millones de metros cuadrados y solamente la urbanización tiene un presupuesto de 97,1 millones de euros. Se prevén unas 2.000 VPO.