El concesionario del estadio del Córdoba tendrá que permitir gratis la construcción del hotel

El Ayuntamiento de Córdoba ha sacado a concesión para uso de terceros 23.200 metros cuadrados de elementos cerrados y 28.313 metros cuadrados al aire libre de los que componen la finca. Realizando una descripción muy somera, el Ayuntamiento se queda con la estructura de oficinas de la tribuna más cercana a la autovía, la de la famosa lona, y unas dependencias destinadas a almacén. Se reserva también los derechos urbanísticos futuros sobre el hotel que se diseñó de forma básica.

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Eso quiere decir que lo que el Córdoba CF, o quien gane el concurso se puede quedar, es el cuerpo principal incluyendo las posibilidades de reordenación de espacios existentes y la posibilidad que le puedan sacar a la futura tribuna. El Consistorio cede los usos deportivos pero no establece qué o qué no se puede hacer en el inmueble. Si el futuro concesionario es capaz de establecer espacio para una tienda de artículos deportivos, por ejemplo, se lo tiene que comunicar al Ayuntamiento y éste decir si está dentro o fuera de su capacidad de autorización. Los campos de fútbol son, en realidad, una superficie de césped rodeada de una gran caja que, en la mayor parte de su volumen, está hueca. De la gestión de esos huecos depende, en muchos casos, la obtención de ingresos.

En general, los equipamientos deportivos tienen un 25 por ciento de usos coadyuvantes (que, se insiste, ni siquiera se recogen en el pliego). Se trata de funciones que permiten el desarrollo del principal. Esa es la razón por la que los informes hablan siempre de que se permiten los «usos deportivos y los relacionados con usos deportivos». Si se gestiona el espacio y hay oportunidad de montar un gimnasio que admita socios, puede hacerse. Es habitual que en este tipo de equipamientos se admitan locales de hostelería o tiendas.

La entidad concesionaria tendrá seis años de gratuidad en la que sí tendrá que hacerse cargo de los impuestos correspondientes. Como es conocido, es el plazo en el que el Ayuntamiento de Córdoba admite para el desarrollo de las obras de la nueva tribuna que es el canon de verdad. A partir de entonces, se establece el pago de 311.000 euros anuales que no se van a poder revisar. Si el Córdoba CF se queda con el contrato no habrá modificaciones por IPC. Si se deja de pagar, el Ayuntamiento recupera el espacio.

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El concesionario del Arcángel podrá actuar con cierta mano en la creación de la nueva tribuna y aquí es donde un gestor con cierta mano puede encontrar espacio bruto alquilable. La nueva tribuna se basa en un proyecto muy básicos que hizo un grupo de arquitectos que concibió el Arcángel como un espacio multifunción, con usos deportivos y extradeportivos. El edficio cuesta unos 14 millones pero corresponde al concesionario realizar el proyecto ejecutivo que define las líneas generales establecidas por el proyecto general.

Todo, en realidad, queda en manos de la autorización definitiva del Ayuntamiento de Córdoba que cede todo pero que se reserva la capacidad de veto en el caso de que las cosas no coincidan con su punto de vista. Lo que sí tiene claro el pliego técnico es que no subvencionará ni apoyará de ninguna otra forma las obras de construcción de la nueva tribuna.

El Consistorio se reserva un mínimo de siete días al año para organizar actividades que no podrán interferir con el calendario deportivo. Solo tendrá que avisar con un mes de antelación. El documento aprobado por la Junta de Gobierno Local no incluye ningún plan de obras previo a la entrega del edificio al concesionario de forma que no se pase con desperfectos. Se entiende, por ende, que se cede tal y como está ahora mismo. Con sus virtudes y sus múltiples defectos. El concesionario se reservará el derecho a colocar nombres de marcas comerciales junto a la palabra Arcángel tal y como ocurre en otros estadios. Se trata de fondos de patrocinio por la denominación.