El Cabril recibe en dos años 29 metros cúbicos de residuos de industria, sanidad e investigación

Para hablar de los residuos que provienen de estos sectores se han reunido entre el lunes y el martes en Córdoba casi medio centenar de técnicos y responsables de gestión de los residuos radiactivos. Son, como recordó el presidente de Enresa, José Luis Navarro, «pequeños productores» que a su vez se alzan como las cercanas a la sociedad.

José Luis Navarro destacó cómo los centros de investigación necesitan utilizar lo radiactivo, al igual que los hospitales, y eso hace que se generen unos residuos de baja y media intensidad que es necesario tratar de forma adecuada. Es un mecanismo habitual de trabajo.

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El Cabril es el lugar para el tratamiento de este tipo de residuos, pero no todo termina allí. Como recordó el presidente de la Empresa Nacional de Residuos, una parte del material se trae en las mismas instalaciones hospitalarias hasta que decae, es decir, hasta que tiene niveles de actividad que no son alarmantes.

Por eso no tiene que llegar hasta El Cabril, recordó, y por eso en los dos últimos años desde Córdoba no ha llegado material. Los datos de Enresa aseguran que no hay metros cúbicos que se hayan llevado al centro de almacenamiento situado en el término municipal de Hornachuelos entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de septiembre de 2023.

La propia gestión de los centros sanitarios es muy importante, ya que hay veces que cierto material se prepara para un paciente concreto y a una hora concreta, de forma que si la persona que tiene que pasar por el tratamiento o por la prueba diagnóstica no acude, no se puede utilizar en otro momento.

Lo mismo sucede en la industria, donde los usos son muy variados, desde comprobar el gramaje del papel hasta calcular el sistema óptimo de llenado de una botella, recordó el presidente de Enresa.

Eso sí, en Córdoba hay nuevos contratos activos de empresas o entidades que en algún momento tienen que recurrir a sus servicios. Es el caso del Reina Sofía, que usa material radiactivo para el tratamiento y el diagnóstico. Hace dos años fue necesario retirar celsio 173 y llevarlo a El Cabril, pero no es lo común.

En el total de España, en los dos últimos años se han retirado de los pequeños productores 29,722 de metros cúbicos de material radiactivo, de los que un poco más de 1 llegan desde Andalucía. Los contratos son 402 para la producción y 296 para el uso médico, pero también 174 en el apartado de investigación y docencia.

José Luis Navarro habló también sobre los planes para la ampliación de El Cabril, que mantiene las fechas iniciales, porque se empezaría en 2025. Según el Plan Nacional que vio a la luz en 206, las 28 celdas estarían llenas para mediados de este década y habría que construir más. Serán 27 y se empezará por doce para que estén listas en el año 2028.

«Para baja-media y muy baja intensidad, que es el uso que tiene El Cabril, es suficiente con esta capacidad», recordó al hablar de que la previsión, aunque se haya hecho tan a largo plazo, no ha variado desde los primeros años del siglo XXI.